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España

Situada al suroeste de Europa, España cuenta con casi 1,2 millones de hectáreas (ha) de viñedos,[cita requerida] lo que la convierte en el país con la mayor extensión cultivada de viñas del mundo más de un 15% del total mundial— aunque sólo es la tercera en cuanto a producción, por detrás de Italia y Francia. Esto se debe, en parte, a la baja densidad de los viñedos en el clima seco y suelo infértil de muchas regiones vinícolas españolas. Los españoles beben una media de 38 litros de vino al año por persona, siendo el noveno país consumidor neto de vino del mundo.

Las variedades nativas de uva española son abundantes, con más de 600 variedades nativas plantadas por todo el país, aunque aproximadamente el 80% del vino producido a nivel nacional se elabora con sólo unas 20 variedades,

La tradición, el cuidado, el esmero y la renovación son algunas de las claves que han colocado a España en el pódium mundial de los elaboradores de vino. Los viticultores españoles han sabido combinar a la perfección la modernización de las técnicas de producción con la maestría heredada durante los miles de años que se lleva haciendo este apreciado néctar en nuestro país. El resultado son unos caldos de calidad inigualable y con un prestigio reconocido internacionalmente. Además, la variedad de suelo y clima existente en la península ha propiciado una amplia gama de vinos, cada cual con sus propias cualidades y características, diferenciándose claramente las distintas comarcas productoras.

El sector vitivinícola español es de gran importancia tanto por el valor económico que genera como por la población que ocupa y por el papel que desempeña en la conservación medioambiental.

España, con 1,16 millones de has destinadas al cultivo de la uva (de la que el 97,4 % se destina a vinificación, el 2% a uva de mesa, el 0,3 % a la elaboración de pasas y el 0,3 % restante a viveros), sigue siendo el país con mayor extensión de viñedo de la Unión Europea y del mundo (un 30 % de la superficie total de la UE, seguida por Francia e Italia con aproximadamente un 22% cada una, lo que representa cerca de un 15% del mundo), y con una tradición elaboradora de vinos que se remonta a la época de los romanos. La vid ocupa el tercer lugar en extensión de los cultivos españoles, detrás de los cereales y el olivar.

La amplia variedad de suelos y climas existentes en España ha venido generando una extensa gama de vinos, cada uno de ellos con unas marcadas características. El cuidadoso cultivo de las viñas, unido a las esmeradas y cada vez más sofisticadas técnicas de elaboración de los caldos españoles, ha supuesto que muchos de ellos hayan alcanzado un reconocido prestigio internacional.

España es un claro ejemplo de la enorme capacidad de adaptación de la vid a las más diversas condiciones climáticas, geográficas y de variedad del terreno: desde el calor y la aridez características de algunas zonas del sur a la humedad del norte, pasando por el invierno frío y riguroso de la meseta castellana.

La vid puede vegetar e, incluso, prosperar con éxito bajo las más variadas y adversas condiciones climáticas, pasando frío o mucho calor, en un paisaje casi desértico o cubierta de nieve. Sin embargo, las circunstancias que le son más favorables las proporciona un ambiente templado y más bien seco, con notoria luminosidad, largos veranos e inviernos no demasiado duros.  Características estas que son fáciles de encontrar en España.

La temperatura es un factor clave para que la vid realice funciones tan vitales como la respiración, la transpiración o la fotosíntesis. Cuando las temperaturas son elevadas, se aceleran los procesos biológicos de maduración obteniéndose vinos de graduaciones elevadas, dulces o licorosos. En las zonas de elevada altitud, donde las temperaturas son más bajas, la maduración se realiza con dificultad, lo que se traduce en vinos de marcada acidez.

La luminosidad, la cantidad de luz solar que recibe la planta, juega un papel relevante en los fenómenos fisiológicos de la vid. En España se consiguen excelentes caldos en zonas donde la luminosidad alcanza valores muy dispares que oscilan entre las 2.000 horas de insolación directa anual de las comarcas vitícolas del norte y noroeste de la península, y las más de 3.000 horas anuales que, como uno de los valores más elevados del planeta, se registran en el Golfo de Cádiz y algunas áreas del sudeste.

La pluviometría es otro factor de máxima importancia en el desarrollo de la vid. Su influencia afecta decisivamente a la producción cuantitativa y a la calidad de los frutos. Las lluvias características del invierno peninsular favorecen la calidad de las vendimias, al tiempo que la moderada escasez de agua del verano se traduce en bondad para los racimos, hasta el extremo de que las mejores añadas coinciden con veranos secos y calurosos.

Hay que destacar el hecho de que España posee muchas comarcas vitivinícolas beneficiarias de especiales circunstancias microclimáticas (O Rosal, Priorato, Ribera del Duero, Sanlúcar de Barrameda…) que contribuyen directamente a la calidad de sus viñedos. El relieve del terrero, la orografía ondulada, la exposición de las viñas en las laderas o los fondos de los valles son algunos de los factores que favorecen la existencia de un determinado microclima que da lugar a vinos de calidad única.

Al igual que sucede con el clima, la vid posee una enorme capacidad de supervivencia en gran diversidad de suelos, siempre que no sean excesivamente húmedos. En cualquier caso, para obtener producciones de calidad, es preciso que el suelo reúna adecuadas condiciones, tanto físicas como químicas.

Es necesario tener en cuenta diversos aspectos como la estructura, es decir, la forma en la que se disponen los elementos físicos del suelo (arcilla, sílice, caliza, humus). La más adecuada es la que es capaz de mantener en el terreno el volumen de espacios huecos necesarios para permitir la aireación y respiración de las raíces. Otro elemento importante es la textura del suelo, la proporción relativa de los elementos más finos como arcilla, limo y arena. Determina, junto con la estructura, la compacticidad del suelo, la posibilidad y facilidad de penetración de las raíces de la planta en los distintos horizontes, la permeabilidad al aire y al agua, la capacidad de retención de ésta última y la facilidad de evacuación en exceso, etcétera.

Factores también importantes son la profundidad, el espesor del suelo que puede ser explorado por las raíces de la planta; la temperatura del terreno, que incide en el desarrollo de los procesos biológicos que tienen lugar en la tierra; el color del suelo, ya que su acción influye sobre su temperatura y la atmósfera más próxima a él, incidiendo por tanto en la maduración final de los frutos; la pedregosidad, la presencia de piedras o guijarros menudos, que afecta positivamente a la aptitud del suelo para la viña dado que mejora las  condiciones de aireación y la sanidad del suelo; y por último, la composición, ya que la vid extrae del terreno las sustancias minerales que le son necesarias para su existencia y cuya cuantía, por exceso o defecto, es determinante en la calidad del vino.

La uva es una de las mayores influencias en la obtención de vinos de calidad. Se pueden modificar otras variables como las técnicas de poda, el abonado, el riego o los tratamientos fitosanitarios, pero el tipo de uva resulta primordial: aquella que participe en la elaboración del vino le transferirá a éste todas sus características, tanto sus virtudes como sus defectos. Detrás de cada caldo hay siempre una o más variedad de uva que ceden lo mejor de sí mismas: perfume, cuerpo o color.

España se caracteriza por la presencia de una amplia variedad de uvas autóctonas de reconocida calidad que producen vinos de gran nobleza, intensidad y aromas característicos. Gracias a las modernas técnicas de elaboración que respetan los valores primarios del fruto, las tradicionales variedades españolas han recuperado su auténtica fisionomía, como las prestigiosas albariño, moscatel, listán o pedro ximénez, entre otras muchas. A estas variedades autóctonas se han ido uniendo a lo largo de los años otras grandes viníferas internacionales como las distinguidas y viajeras merlot, cabernet-sauvignon o chardonnay, cuyo cultivo se encuentra muy extendido en la actualidad.

Algunas de la uvas producidas en espana son:

Uvas tintas

BOBAL. Rica en materias colorantes. Aunque su calidad es muy discutida por ser bastante productiva, puede dar lugar a buenos vinos tintos y rosados. Presente en la D.O. Utiel-Requena, la D.O. Valencia y las provincias de Cuenca y Albacete, sobre todo.
CABERNET FRANC. De origen bordelés como la Cabernet-Sauvignon, pero da lugar a vinos más suaves que aquélla. Según parece, podría estar emparentada con la Mencía, abundante en zonas de Galicia y Castilla.

CABERNET-SAUVIGNON. Originaria del Medoc francés (Burdeos), está presente en todos los continentes por ser la variedad de moda desde hace años. Las bayas son pequeñas, esféricas, de piel espesa y dura, con profundo pigmento negro. Se obtiene un vino de color rojo intenso, matices violáceos, de cuerpo, alcohólico, aromático y provisto de un leve y característico sabor herbáceo. Con envejecimiento se obtiene una notable fineza. En España está implantada sobre todo en Cataluña, Navarra y Ribera del Duero, pero se está experimentando en otras muchas zonas ya que vinificado con otras variedades mejora notablemente las características organolépticas de los varietales autóctonos.

CARIÑENA. Produce vinos robustos y se complementa muy bien con la Garnacha. En la D.O.C. Rioja recibe el nombre de Mazuela y se utiliza para complementar a la tempranillo. Es variedad principal en las D.O. Calatayud, Costers del Segre, Penedés, Tarragona y Terra Alta.

CENCIBEL. Así se llama la Tempranillo en Castilla-La Mancha.

GARNACHA TINTA. De gran rendimiento, da lugar a vinos vigorosos. Es la uva tinta más cultivada en España, sobre todo en La Rioja, Madrid, Navarra, Tarragona, Teruel, Toledo y Zaragoza. Es considerada variedad principal en las D.O. Ampurdán-Costa Brava, Calatayud, Campo de Borja, Cariñena, Costers del Segre, La Mancha, Méntrida, Penedés, Priorat, Somontano, Tarragona, Terra Alta, Utiel-Requena, Valdeorras y Vinos de Madrid.

GARNACHA TINTORERA. Tinta. También llamada Alicante. Es la única variedad, junto con la Alicante Bouché, que tiene la pulpa coloreada. Frecuente en Albacete, Alicante, Orense y Pontevedra. Considerada variedad principal en la D.O. Almansa.

GRACIANO. De escaso rendimiento, da lugar a vinos muy apreciados. Los vinos jóvenes de Graciano son muy tánicos, broncos y ásperos, pero experimentan una magnífica evolución durante la crianza en madera y botella. Por ello intervienen en los grandes reservas riojanos y navarros.

HONDARRABI BELTZA o HONDARRIBI BELTZA. Es la base del tradicional chacolí vasco. La versión tinta abunda en la D.O. Chacolí de Vizcaya.

LISTAN NEGRO. Variedad con cierta presencia en el norte de Tenerife y en otras islas del Archipiélago Canario. Se producen con ella interesantes tintos jóvenes.

MALBEC. De origen francés, se encuentra introducida desde hace años en la Ribera del Duero y existen pequeñas proporciones en otras zonas.

MAZUELA. Así se llama la Cariñena en La Rioja.

MENCÍA. Parece que procede del Cabernet Franc venido de tierras francesas para renovar el viñedo español destruido por la crisis filoxérica. Otra teoría habla de una Mencía anterior, una cepa autóctona asociada al Camino de Santiago. Es una uva dulce y aromática, con buenas dosis alcohólicas, que crece arropada por un clima atlántico. Da lugar a vinos de gran personalidad. Considerada variedad principal en la D.O. Valdeorras (Ourense) y en la D.O. Bierzo (León).

MERLOT. Origen de vinos muy aromáticos y finos. Procede de la región de Burdeos, donde el Chateau Petrus la ha elevado a su máxima expresión. Tras la Cabernet-Sauvignon, es la variedad de uva más frecuente en todo el mundo. En España se cultiva sobre todo en la Ribera del Duero, Cataluña y Navarra.

MONASTRELL. Muy dulce y productiva. Da lugar a vinos de color intenso y notable graduación. Se obtienen vinos ricos en alcohol, muy pigmentados, ásperos en juventud por lo que necesitan años de crianza. Considerada variedad principal en las D.O. Alicante, Almansa, Costers del Segre, Jumilla, Penedés, Valencia y Yecla.

MORISTEL. Abundante en Huesca y Zaragoza. Considerada variedad principal en la D.O. Somontano.

NEGRAMOLL. Da lugar a vinos ligeros, suaves y aromáticos de gran calidad cuando son jóvenes. Característica de algunas comarcas canarias, en especial de la D.O. Tacoronte-Acentejo, en la que es mayoritaria.

PINOT NOIR. Variedad de gran calidad aromática de origen francés. En Borgoña y Champaña desarrolla su más elevada expresión. A pesar de tratarse de una variedad tinta constituye la base de la elaboración del champagne (junto con la Chardonnay y el Pinot Meunier). Produce vinos de mediana intensidad y bouquet más dulce y opulento que el Cabernet Sauvignon en Burdeos, por su menor concentración tánica. Su composición afrutada (grosella) también desafía la capacidad de descripción de las palabras. Cerezas, fresas, violetas, vainilla, especias y regaliz. En el paladar, el cuerpo va unido a la suavidad. Ultimamente aparece algún ejemplo de sus vinos en España, aunque su cultivo es muy difícil.

PRIETO PICUDO. Da lugar a vinos muy aromáticos y personales, algo ligeros en cuanto a color pero muy agradables. Encuentra su feudo en la zona de Valdevimbre Los Oteros, en la provincia de León. Los vinos que se obtienen se caracterizan por ser muy aromáticos y algo ligeros de color. Es habitual realizar mezclas junto con la Mencía.

SYRAH o SHIRAZ. Variedad de incierto origen persa, con importante implantación en el centro y sur de Francia, así como en Australia. Los prestigiosos vinos de Hermitage en el valle del Ródano (Francia) suelen estar elaborados al 100% con esta uva. Resulta fácil de cultivar y poco vulnerable a las enfermedades, pero es más difícil elaborar con ella vinos de calidad. Su presencia en España es aún minoritaria pero despierta un creciente interés por su calidad y capacidad de adaptación.

TEMPRANILLO. Llamada Cencibel en Castilla-La Mancha y Madrid, Tinto Fino y Tinto del País en Castilla y León, y Ull de Llebre (ojo de liebre) en Cataluña. Es la gran estrella de las variedades de uva españolas. Da vinos de mucha calidad, bien equilibrados y aromáticos, de acidez y graduación medias, poco color, con moderada acidez frutal, agradable perspectiva aromática (ciruelas negras, cerezas, frambuesas) y excelentes aptitudes de crianza. Es considerada variedad principal en las D.O. Calatayud, Cigales, Conca de Barberá, Costers del Segre, La Mancha, Penedés, Ribera del Duero, Rioja, Somontano, Utiel-Requena, Valdepeñas y Vinos de Madrid.

TINTA DE TORO. Da lugar a vinos aromáticos y de buena calidad, aunque no es muy productiva. Con ella se obtienen tintos de gran personalidad, bastante cercanos al sabor de un Ribera del Duero y al color de un Burdeos. A su alta graduación (pueden alcanzar los 14 grados) y gran cuerpo, se une la franqueza de su aroma, el color intenso y la expresión amplia y equilibrada que dejan al paso por boca. Sus taninos le otorgan una característica astringencia. Considerada variedad principal de la D.O. Toro.

TINTO DEL PAIS. Así se llama la Tempranillo en Castilla y León.
TINTO FINO. Así se llama también la Tempranillo en Castilla y León.

ULL DE LLEBRE. Así se llama la Tempranillo en Cataluña. En catalán significa “ojo de liebre” en referencia a su grano redondo.

UVAS BLANCAS

AIREN. Es la variedad con mayor superficie plantada en España (ocupa el 30 por ciento del viñedo) y probablemente en el mundo. Los racimos son grandes y apretados. Es considerada variedad principal en la D.O Vinos de Madrid y está muy presente en las D.O. La Mancha y Valdepeñas, entre otras muchas zonas. Ha tenido mala prensa, más por unas elaboraciones que buscaban sólo el rendimiento y no sacaban demasiado partido de la variedad, que por la calidad de la cepa.

ALBARIÑO. Autóctona de Galicia. De grano pequeño, muy dulce y glicérica, da lugar a vinos de gran calidad. Es la uva básica de la D.O. Rías Baixas. Su cultivo está experimentando un espectacular incremento en los últimos años.

ALBILLO. Es relativamente neutra, con un interesante índice de glicerol que confiere suavidad a los vinos en los que participa. Es variedad autorizada en la D.O. Ribeiro (Galicia) y principal en la D.O. Vinos de Madrid.

CHARDONNAY. Procede de Borgoña (Francia), donde se producen los vinos blancos más famosos del mundo: Montrachet, Chablis, Mersault, Corton Charlemagne, Pouilly-Fuissé, etc. También es variedad esencial en la elaboración del champagne. Uva de gran calidad, da lugar a vinos aromáticos que ofrecen buenos resultados con una no muy prolongada crianza. Vino muy equilibrado y de extraordinaria fineza, de color variable (entre paja muy pálido y amarillo paja, casi dorado). Confiere un bouquet fresco al caldo, afrutado, raya lo dulce sin llegar a serlo, con una justa proporción entre acidez y cuerpo. En España se utiliza bastante en las D.O. Costers del Segre y Navarra.

GARNACHA. Da lugar a vinos de gran cuerpo y elevada graduación alcohólica. Muy extendida por toda España, siendo más abundante en Tarragona, Zaragoza y Teruel. Considerada variedad principal en las D.O. Alella, Costers del Segre, Tarragona y Terra Alta.

GEWÜRZTRAMINER. De origen italiano (Traminer) y prefijo alemán (“Gewürz” en alemán significa picante o especiado). Alsacia ha hecho famosa la calidad de esta variedad. Se adapta bien a los climas fríos. Sus pequeños granos dan los vinos con más color de todos los blancos. El perfume exuberante que la caracteriza se define a menudo como amoscatelado y puede llegar a confundirse con el propio de la uva Moscatel. También se dice que se acerca más al de las frutas tropicales, o al de las flores con un perfume muy intenso; y se señalan toques a rosas, guayaba, violeta y lichis. La Gewürztraminer destaca también por su fuerza alcohólica, que puede alcanzar los 14 grados, y una acidez bastante débil, por lo que no resulta fácil obtener vinos que soporten el envejecimiento. En España, se cultiva en el Penedés, Somontano y el Bierzo.

GODELLO. De gran calidad y poder aromático. Autóctona de Galicia, en los últimos años se está impulsando considerablemente su implantación, sobre todo en la D.O. Valdeorras. Considerada variedad principal en las D.O. Valdeorras y Bierzo.

HONDARRABI ZURI o HONDARRIBI ZURI. Es la base del tradicional chacolí vasco. La versión blanca es más frecuente en la D.O. Chacolí de Guetaria.

LISTAN. Sinónimo de Palomino fino en Jerez y Canarias.

LOUREIRA. Uva gallega de gran calidad que da lugar a vinos muy aromáticos. Autorizada en las D.O. Rías Baixas y Ribeiro. Existe también una Loureira tinta, pero muy escasa.

MACABEO. También llamada Viura en La Rioja. Es la base de los cavas. Produce vinos de calidad, afrutados, ligeros, equilibrados y de aroma muy fino y elegante (manzanas, melocotones con notas de pepino). Considerada variedad principal en las denominaciones de origen Calatayud, Conca de Barberá, Costers del Segre, Navarra, Penedés, Rioja, Somontano, Tarragona, Terra Alta y en la Denominación Cava.

MALVAR. Abundante en Madrid (73%), Guadalajara y Toledo. Considerada variedad principal en la D.O. Vinos de Madrid.

MALVASÍA. Es una de las cepas más antiguas que se conocen. Originaria de Asia Menor, debe su nombre al puerto de Monemvasía, en el sur del Peloponeso. Da lugar a vinos muy aromáticos y personales. Se parece mucho a la Moscatel en su ligero amargor, combinado con un dulzor grato muy personal. Tradicionalmente se ha utilizado para elaborar vinos de postre, corpulentos, ricos en extracto, con sabor a Moscatel, muy perfumados y casi almizclados. Además de estos vinos fuertes, muy adecuados para el envejecimiento, se utiliza para reforzar el carácter de otros vinos más ligeros. La cepa llegaría a España en el XV y se asentaría especialmente en Canarias (canary sack). Este vino Shakespeare lo consideraba un néctar suficientemente preciado como para que un solo vaso y un muslo de capón convencieran a su personaje Falstaff de vender su alma al diablo. Considerada variedad principal en la D.O. Calatayud. Presente sobre todo en Valencia, Zamora y Canarias.

MERSEGUERA. De gran personalidad. Es la cepa blanca más características de la D.O. Valencia, en al que es considerada variedad principal. También presente en Valencia (69%), Tarragona y Alicante.

MOSCATEL DE ALEJANDRÍA. Es cepa del Mediterráneo, necesita sol y busca el influjo del mar. De gran poder aromático (recuerda a las pasas) y elevado contenido en azúcar. Produce vinos muy característicos y también se destina en buena proporción a su consumo directo, como uva de mesa. Considerada variedad principal en las denominaciones de origen de Málaga y Valencia, aunque su cultivo está muy extendido también en Alicante y Canarias.

PALOMINO. Básica en el vino de Jerez. Denominada Jerez fuera de esa comarca gaditana. Es una variedad con poca calidad intrínseca capaz de generar un vino tan majestuoso como el Jerez por la acción de un hongo blanquecino en su superficie, la flor, que dará lugar al nacimiento del fino. Fue la primera variedad española famosa gracias al renombre alcanzado por los vinos de Jerez y, muy pronto, se extendió a otras regiones, en especial Galicia, ayudada por su elevada productividad. Es considerada variedad principal en las D.O. Jerez y Condado de Huelva.

PARELLADA. Muy productiva y de buena calidad. Una de las uvas básicas en la elaboración de los cavas, a los que les aporta un gran aroma floral, aunque tiene poca consistencia en boca. Considerada variedad principal en las D.O. Conca de Barberá, Costers del Segre, Penedés y Tarragona y en la Denominación Cava.

PEDRO XIMENEZ. De alto contenido en azúcares. Cepa de regiones cálidas, necesitada de sol. Es protagonista indiscutible en la D.O. Montilla-Moriles (Córdoba), siendo la única base para sus finos, amontillados y vinos viejísimos. Considerada variedad principal también en las denominaciones de origen Jerez, Málaga y Valencia.

RIESLING. Originaria del valle del Rhin. De gran calidad, con aroma frutal característico. En España está presente principalmente en Cataluña y en la D.O. Somontano.

SAUVIGNON. De origen francés. Se comporta muy bien en vinos sometidos a crianza y en los cavas. En España se cultiva sobre todo en Castilla y León y Cataluña.

SUBIRAT PARENT. Considerada variedad principal en la D.O. Penedés. Se cultiva también en Rioja, donde recibe el nombre de Malvasía Riojana.

TREIXADURA. Autóctona de Galicia. Es una de las variedades más aromáticas y su cultivo está siendo impulsado en diversas zonas. Considerada variedad principal en la D.O. Ribeiro.

VERDEJO. De gran calidad, una de las mejores variedades blancas de España. Es la variedad principal en la D.O. Rueda. Da lugar a vinos muy aromáticos, con cuerpo y buena acidez, glicéricos y con característico toque amargo.

VIURA. Así se llama la Macabeo en Rioja.

XAREL.LO o XARELLO. Junto a las variedades Macabeo y Parellada forma la trilogía de los cavas. Da lugar a vinos muy aromáticos. Es considerada variedad principal en las denominaciones de origen Alella (donde se denomina Pansá), Costers del Segre, Penedés y Tarragona, así como en la Denominación Cava.

La unión de las uvas españolas y las procedentes del exterior da lugar a una extensa lista que se exponen el buscador de variedades de uvas. En el se incluyen las variedades que superan las 6.000 hectáreas de cultivo en España y aquellas que, aunque con una menor implantación, destacan por otros factores como la calidad o por una especial relevancia en sus zonas de producción.

No existe una clara unanimidad sobre el lugar en el que comenzaron a realizarse los primeros cultivos de vid en España y quienes fueron los que introdujeron las técnicas de elaboración del vino. Diversas fuentes apuntan que los primeros viñedos se habrían asentado en el litoral sudoccidental andaluz constituyendo el punto de entrada y el lugar de las viñas más antiguas de España.

CLASIFICACIÓN DE LOS VINOS ESPAÑOLES (REGLAMENTO EUROPEO)
Vinos de Calidad Producidos en Regiones Determinadas
Vinos de Pago (DO de Pago): es la categoría superior que puede alcanzar un vino.
Vinos con Denominación de Origen Calificada: esta categoría está reservada a los vinos que han alcanzado altas cotas de calidad durante un dilatado período.
Vinos con Denominación de Origen (DO): vinos de prestigio que proceden de un área de producción delimitada y con una elaboración reglamentada por un Consejo Regulador.
Vinos de Calidad con Indicación Geográfica: vinos elaborados en una región determinada y que aspiran a convertirse en DO.
Vinos de MesaVino de la Tierra: vinos procedentes de regiones determinadas en las que se elabora el vino siguiendo una normativa no tan exigente como la de las DO.
Vino de Mesa: para los vinos no incluidos en ninguna otra clasificación superior.
Etiquetado de los vinos españolesLos vinos españoles se etiquetan de acuerdo con el tiempo que el vino ha estado envejeciendo. Así, el vino de menos de dos años suele llamarse vino joven o sin crianza. El año de la cosecha también puede figurar en la etiqueta. Las clasificaciones más comunes son:Crianza: los vinos tintos deben tener al menos dos años, de los cuales deben haber pasado seis meses en barrica. Los blancos y los rosados deben tener un año, con seis meses en barrica.
Reserva: para vinos de tres años con un año en barrica. Los blancos y los rosados, dos años, con seis meses en barrica.
Gran reserva: para vinos con un mínimo de cinco (tintos) o cuatro (blancos y rosados) años, con 18 meses en barrica en el caso de los tintos o seis en el caso de los blancos y los rosados.
Una forma de disfrutar y practicar el español con los hablantes nativos españoles es compartir la charla catando alguno de los vinos españoles…
LAS DENOMINACIONES DE ORIGEN EN ESPAÑA
Las Denominaciones de Origen Protegidas (D.O), también llamadas Denominaciones de Origen Protegidas (D.O.P) constituyen el sistema utilizado en nuestro país para el reconocimiento de una calidad diferenciada, consecuencia de características propias y diferenciales debidas al medio geográfico en el que se producen las materias primas, se elaboran los productos y a la influencia del factor humano que participa en las mismas.
Nos apasiona el vino y a la hora de degustarlo es muy importante conocer su procedencia porque el sabor y la calidad pueden variar mucho según su origen.
Para que un vino obtenga la Denominación de Origen debe cumplir los siguientes requisitos:
Los vinos deben ser elaborados en la región o el lugar determinado de la Denominación de Origen con uvas procedentes exclusivamente de esa zona geográfica.
Deben tener unas características especiales y una calidad que solo se puedan conseguir gracias al medio geográfico en el que se han elaborado.
Deben gozar de elevado prestigio por su origen en el mercado.
Para conseguir el reconocimiento de Denominación de Origen, tienen que haber transcurrido al menos cinco años desde que se reconoció al vino como producto de dicha zona.En España hay un total de 70 Denominaciones de Origen del vino. repartidas en 17 Comunidades Autonomas  Si quieres saber cuáles son, a continuación te dejamos una lista:
– Abona – Alella – Alicante – Almansa – Arlanza – Arribes – Bierzo – Binissalem-Mallorca
– Bullas – Calatayud – Campo de Borja – Cangas – Cariñena – Cataluña – Cava                               – Chacolí de Álava – Chacolí de Getaria – Chacolí de Vizcaya – Cigales – Conca de Barberá
– Condado de Huelva– Costers del Segre – El Hierro – Empordá – Gran Canaria – Jerez-Xérés   -Sherry – Jumilla– La Gomera – La Mancha – La Palma – Lanzarote – Málaga – Manchuela
– Manzanilla Sanlúcar de Barrameda – Méntrida – Mondéjar – Monterrei – Montilla-Moriles
– Montsant – Navarra – Penedés – Pla de Bages – Pla de Llevant – Priorat – Rías Baixas
– Ribeira Sacra – Ribeiro – Ribera del Duero – Ribera del Guadiana – Ribera del Júcar
– Rioja – Rueda – Sierras de Málaga – Somontano – Tacoronte-Acentejo – Tarragona
– Terra Alta – Tierra de León – Tierra del Vino de Zamora – Toro – Uclés – Utiel-Requena
– Valdeorras – Valdepeñas – Valencia – Valle de Güimar – Valle de la Orotava
– Vinos de Madrid – Ycoden-Daute-Isora – Yecla

Contents

Comunidades autonomas

Andalucía

España famosa por su sol, sus poetas, su original folklore, su historia remota y la espléndida herencia dejada por los musulmanes y las hermosas tradiciones,  Andalucía es una de las regiones más atractivas de España. La región reúne todos los elementos de una imagen de España que propagaron en el siglo pasado viajeros célebres como Richard Ford o Prosper Merimée.

Los primeros pobladores de Andalucía fueron los tartesos, quienes en el segundo milenio a. de J.C. fundaron un estado poderoso hasta su destrucción por los cartagineses.

A consecuencia de la segunda guerra púnica los romanos se instalaron en las antiguas colonias cartaginesas y, hasta la época de los Flavios, la Bética formo con la Lusitania la Hispania ulterior, provincia senatorial con capital en Córdoba. A comienzos del siglo V irrumpieron los vándalos y tras ellos los visigodos.

En el año 711, los musulmanes, que habían conquistado el Norte de Africa, pasaron a la península forjando una civilización con caracteres propios donde se mezclaban elementos orientales, occidentales, musulmanes y cristianos. Andalucía, llamada entonces Al-Andalus, alcanzo en esta época su máxima importancia. Formo parte del Califato de Damasco y constituyo mas tarde el Emirato de Córdoba convertido después en Califato. Córdoba llego a ser el primer centro urbano de toda la zona mediterránea. En el siglo XI el Califato se desmorono y la España musulmana se fragmento en los reinos de Taifas, cuya debilidad motivo que Andalucía se viera sucesivamente invadida por los almorávides (1091-1146) y por los almohades (1146-1269), que llegaron del Norte de Africa en un vano intento de contener el avance cristiano.

A mediados del siglo XIII toda la baja Andalucía había caído en manos cristianas y los musulmanes se refugiaban en las tierras altas de Granada. El reino de los nazaríes de Granada subsistió 250 anos hasta que los Reyes Católicos emprendieron su reconquista para concluirla once anos después (1492). Andalucía se convirtió entonces en avanzadilla para el descubrimiento del Nuevo Mundo, cuyo floreciente comercio convirtió a Sevilla en la ciudad mas importante de España.

El andaluz vive apasionadamente su cultura, de la que el vino es parte esencial. El vino es el reloj de la relación social en Andalucía. La copa acompaña invariablemente el rito del “tapeo”, que trasciende su significado gastronómico para convertirse en un estilo de vida.

Los vinos andaluces – los de Jerez, los de Montilla-Moriles, los Málaga, los del Condado de Huelva– pertenecen a una estirpe de vinos “antiguos”, nacidos en los siglos XVI y XVII al calor de las grandes aventuras del comercio marítimo, como los oportos, marsalas o madeiras. Vinos capaces de navegar los océanos sin perder sus cualidades. Vinos generosos en alcohol, vigorosos y delicados, complejos, llenos de matices. Llama la atención la gran diversidad de los vinos andaluces dentro de un estilo propio. Los finos y manzanillas, los amontillados, los olorosos, los palo cortado, los dulces Pedro Ximénez, los moscateles constituyen un paraíso para el verdadero aficionado. Los vinos de Andalucía son los más universales pero también los más genuinamente españoles, los que no responden a ningún modelo foráneo. Vinos realmente singulares, de arrolladora personalidad, frecuentemente imitados a lo largo y ancho del planeta.

Zonas vitivinícolas de Aragón

. Aragón

En Aragón encontramos cuatro D.O. diferentes entre sí. Las clásicas Cariñena y
Calatayud, la de fama Somontano y la desconocida Campo de Borja.

 Cariñena

Cariñena es una zona que recibe el mismo nombre de la uva con la que se elaboran sus vinos. Su nombre proviene por la elevada cantidad de viñas de esta variedad que había plantada allí en la antigüedad. Es una uva que da cantidad para vinos comunes, su resistencia y adaptación a las altas temperaturas y sequías hace que sea una uva muy apreciada en la zona, pero poco valorada por su nivel de calidad.

Los vinos clásicos de esta zona eran de un alto contenido en alcohol, pero esta característica la han ido perdiendo con el paso de los años y la adaptación a los nuevos gustos del mercado.

Los vinos que se elaboran ahora son vinos de buena calidad-precio, pero con limitaciones por la uva y el clima, aunque están trabajando con la Cabernet, para introducirla.

Calatayud

Esta D.O cuenta con una ventaja frente a sus hermanas, el clima. Un clima más fresco por su altitud y lluvias más frecuentes. Estas condiciones hacen que sean los vinos más elegantes de la zona, con una acidez y alcohol completamente equilibrados. Vinos jugosos, fruta madura, notas de cacao, con un ligero paso por madera.

Elabora tintos jóvenes y algunos con una ligera crianza en roble, con las variedades garnacha, tempranillo, mazuela y monastrell. Las blancas no tienen buena aceptación, con muy poca relevancia, pero sí los rosados, jóvenes y frescos, con la variedad garnacha.

 Somontano

Esta región es la más conocida de esta zona, siendo los vinos de mejor calidad y con diferencias considerables con las otras tres que les rodea. La primera y mayor diferencia es el clima. Situada en la falda de los pirineos, en Huesca, con sede o capital Barbastro, tiene mayores lluvias y temperaturas húmedas para la buena maduración de las uvas, puesto que la insolación llega en primavera, cuando el cambio entre el día y la noche es bastante acusado.

Decir las variedades que utilizan no aporta nada nuevo, puesto que realizan vinos con la gran mayoría de uvas que nos vienen al cabeza y sobre todo francesas. Aunque si hablamos de productores es más fácil, puesto que Viñas del Vero, Enate y Pirineos, copan el 95% del vino embotellado en la zona.

Los vinos son elegantes, finos, con una gran naturaleza de fruta y con una alta calidad, pero esto es muy genérico, porque no existe un típico vino de somontano, ya que al elaborar con tantas uvas, podemos encontrar vinos suaves, potentes, tánicos y sedosos. En blancos, vinos frutales, secos, aromáticos, un poco de todo.

. Campo de Borja

Esta D.O. data de 1980 situada al sur de Navarra. Las viñas se sitúan en un terreno elevado, a la orilla del río Ebro. El clima es de inviernos fríos, veranos calurosos y muy cortos, sufriendo pérdidas en la cosecha todos los años. La media de producción es de unos 20 millones de hectolitros, siendo la superficie de 6.300 hectáreas, una producción ridícula.

En 1978 se reglamentan la D.O campo de Borja, pero hasta 1980 no se concede definitivamente la denominación y en ese año se aprueban los estatutos que la reglamentan. Decir también que está situada en el valle del Ebro, compartiendo algunas zonas con “la huecha” afluente del Ebro. (Las hectáreas son exactamente
6270 registradas).

Los vinos que se obtienen son concentrados, estructurados, de uvas tempranillo y garnacha principalmente. También se elaboran vinos blancos en una cantidad mínima.

Zonas vitivinícolas de Asturias

Toda la zona cuenta con un microclima especial, con menos pluviometría y más horas de insolación que el resto de Asturias. Esta situación permite el desarrollo del viñedo, generalmente situado en laderas con fuertes pendientes y orientaciones sur, como zonas más favorables.

Las labores realizadas a mano a lo largo del año, concluyen con la vendimia que se suele situar entre finales de septiembre y principios de Octubre.

Zona Vitícola y Area de Producción: municipios de Allande, Cangas del Narcea, Degaña, Grandas de Salime, Ibias, Illano, Pesoz y las siguientes parroquias que pertenecen al término municipal de Tieno: Argaza, Barca, Genestaza, Merillés, Ponte, Rodical, Santianes, Sorriba y Tuña.

Los viñedos integrados dentro del Vino de la Tierra de Cangas conviven con un paisaje abrupto y salvaje. Distribuyéndose por sus empinadas laderas, los bancales con sus ringleras de cepas cuidadas con esmero por los viticultores, forman parte de este paisaje desde tiempo inmemorial. El recorrido por las viejas y las nuevas viñas es un repaso a nuestra historia y al futuro que se abre por delante de ella. El vino, peculiar y único, como la tierra, las variedades y las manos que lo hacen posible, refleja el contraste de los elementos que a lo largo del año lo van formando, atesorando en sus colores, aromas y sabores un poco de la Asturias que los ve nacer año tras año.

Desde el siglo IX existe documentación sobre el cultivo de la vid en la zona.Sin embargo, su expansión se produce con la fundación del Monasterio de San Juan Bautista de Corias por los monjes benedictinos, a comienzos del siglo XI. Todo apunta a que Cangas del Narcea y su zona de influencia, fue una gran productora de vino, cuya producción no solo abastecía las necesidades de los concejos, sino también las de otros mercados.

En el siglo XIX, el viñedo, al igual que en el resto de España y Europa, sufrió las crisis de la filoxera, el mildiu y el oidio. Técnicos franceses vinieron a la zona, para ayudar a los viticultores en la recuperación de las vides, trayendo, además de sus conocimientos, posiblemente otras variedades así, por ejemplo, se pueden encontrar, cepas aisladas de “Cabernet sauvignon”, llamado Albarín francés u otras variedades que los viticultores designan con el nombre de “forasteras”.

En la última década del siglo XIX los vinos de Cangas consiguieron premios en certámenes nacionales e internacionales. A principios del siglo XX, la extensión de viñedo era de 1.952 hectáreas , sin embargo, con el desarrollo de la industria minera a mediados de siglo y el despoblamiento general del medio rural, se empieza a abandonar su cultivo. En la actualidad, está limitado a unas 100 Hectáreas , aunque se está haciendo un importante esfuerzo por recuperarlo. En los últimos años, se han dado una serie de pasos tendentes a solucionar estos problemas. En 1997 se constituye con el respaldo de la Administración, la “Asociación de Productores y Elaboradores de Vino de Cangas, iniciándose un proceso de modernización de los viñedos y formación de los viticultores. Se hacen plantaciones nuevas, acondicionando el terreno, para que se pueda trabajar con maquinaria, y al mismo tiempo se tratan de recuperar variedades autóctonas, que con el paso del tiempo, habrían desaparecido.

El viñedo acogido a la denominación Vino de la Tierra de Cangas, se localiza en el suroeste de Asturias y, comprende los concejos de Cangas del Narcea, Allande, Grandas de Salime, Illano, Pesoz e Ibias.

Zonas vitivinícolas de Baleares

 Vino de la Tierra de Formentera

El área de producción de uva y de elaboración del Vino de la tierra de Formentera es la isla que da nombre a esta indicación geográfica. Una de las actividades agrarias con más tradición en la isla de Formentera es la vitivinicultura. Ya se encuentran referencias que demuestran la existencia de esta actividad en Formentera en la carta de infeudación del año 1246, en la cual Montgrí encarga a Berenguer Renard la repoblación de la isla. En la mencionada carta destaca la existencia de unas viñas en La Mola cedidas a unos ermitaños, posiblemente de la orden de San Agustín.

Actualmente, la vitivinicultura es una de las principales actividades agrarias de Formentera. Hay sembradas más de 60 ha de viña, lo cual representa el 12,5% del total de la superficie agrícola utilizada. La variedad tradicional y predominante es la “monastrell”, ya que cerca de un 44% de las viñas son de esta variedad. La vitivinicultura es la actividad agrícola que presenta unas mejores perspectivas de futuro, tal y como lo demuestra el hecho de que en el año 2002 se iniciaron tres proyectos de nuevas bodegas. La vinculación de la sociedad de Formentera con la vitivinicultura es indiscutible. Prueba de ello es el concurso anual de vinos elaborados por los “pagesos” de la isla, que se organiza como uno de los actos más importantes de las fiestas locales de Sant Francesc y Sant Ferran.

La comarca vitícola de Formentera presenta un clima mediterráneo subtropical seco, que se caracteriza por un elevado número de horas de sol, veranos de temperatura y humedad elevadas, e inviernos con temperaturas moderadas.

Las lluvias son escasas y con dos máximos en el mes de octubre. Formentera es la isla más cálida y seca de las islas Baleares, con una media anual superior a los 18ºC y una precipitación total anual de alrededor de 450 mm, que puede llegar a ser de sólo 300 mm en la zona norte de Formentera. La viña es un cultivo extendido por toda la isla de Formentera, muy bien adaptado a las condiciones climáticas y edáficas de la zona.

Las variedades de uva empleadas para la elaboración de Vino de la tierra de Formentera son:

Negras: monastrell, fogoneu, tempranillo, cabernet sauvignon y merlot.

Blancas: malvasia, premsal blanco, chardonnay y viognier.

Vino de la tierra Serra de Tramuntana-Costa Nord

El área de producción de la uva y de elaboración del “vino de la tierra Serra de Tramuntana – Costa Nord” está integrada por 18 municipios localizados al noroeste de la isla de Mallorca, entre el cabo de Formentor y la costa suroeste de Andratx.

La actividad vitivinícola de la comarca “Serra de Tramuntana – Costa Nord” posiblemente se inició con el asentamiento romano en la isla de Mallorca.

Especial tradición tiene el vino de Malvasía. Las primeras cepas de esta variedad posiblemente llegaron a la comarca hacia el siglo XV o XVI, seguramente procedentes de Italia. Ya se dan referencias del cultivo de Malvasía a cargo del Arxiduc Lluís Salvador, valorando el vino de esta variedad de forma especial en mesas reales y episcopales, sin olvidar su presencia en las de los mallorquines acomodados de los anteriores siglos. Es un vino elogiado por escritores y poetas, como por ejemplo María Antònia Salvà El siglo XIX fue el de máxima esplendor en el cultivo de la viña y la producción de vino en la comarca. De esta época hay constancia de más de 400 has de viña tan solo en el municipio de Pollença.

La Serra de Tramuntana está formada por tres pliegues superpuestos, constituidos por calizas del Jurásico, margas del triásico, y calizas y margas del mioceno. Los suelos son de tipo pardo o pardo calizo. La Serra de Tramuntana y la Costa Nord marcan la orografía de la zona, y a su vez dan nombre a la comarca vitivinícola. Ambas zonas se caracterizan por el contraste entre las montañas, de más de 1.000 m, y los valles localizados entre las montañas. Esta orografía permite la producción de uva en un microclima diferenciado, caracterizado por lluvias concentradas en el otoño y el invierno y veranos de temperaturas moderadas.

Los vinos designados con la mención “vino de la tierra Serra de Tramuntana-Costa Nord” proceden exclusivamente de uva de las variedades siguientes:

Tintas: Cabernet sauvignon, Merlot, Syrah, Monastrell, Tempranillo, Callet, Manto Negro

Blancas: Malvasía, Moscatel, Moll, Parellada, Macabeo, Chardonnay, Sauvignon blanc.

Vino de la Tierra Isla de Menorca

La isla de Menorca, reserva de la biosfera, da nombre a los vinos de la tierra producidos con uva de esta área geográfica. No hay duda de la calidad y el buen nombre del vino de la isla de Menorca. Muchas son las antiguas referencias de este vino, pero tal vez una de las mas significativas fue con motivo del pacto de vasallaje del año 1231, en que las autoridades musulmanas obsequiaron con vino a los embajadores del Rey Jaume I. A partir de la ocupación de la isla por Gran Bretaña, en el año 1708, tuvo lugar un importante incremento de la población.

A principios del siglo XX la producción de vino se destinaba principalmente al autoconsumo, hasta que en los años 80 en el Mercadal se inició un proyecto vitivinícola moderno, con cepas especialmente seleccionadas y con una nueva tecnología vinícola. Marco geoclimático La isla de Menorca se caracteriza por una orografía muy suave. Predominan los suelos profundos pardos calizos, de textura franca y/o arcillosa, formados sobre un substrato litológico complejo, integrado por rocas calizas, areniscas y pizarras. La isla se caracteriza por su clima Vino de la Tierra Isla de Menorca – Islas Baleares – Productos agroalimentarios, denominaciones de origen y gastronomía balear  mediterráneo, con precipitaciones (más de 600 mm/año) de otoño a primavera y veranos secos, con temperaturas medias entre 13ºC i 20ºC. Destacan los vientos de dirección norte, intensos y frecuentes durante los meses de invierno.

Los vinos designados con la mención “vino de la tierra Isla de Menorca” deben proceder exclusivamente de uva de las variedades siguientes:

Negras: Cabernet sauvignon, Merlot, Monastrell, Tempranillo, Syrah

Blancas: Chardonnay, Macabeo, Malvasia, Moscatel, Parellada, Moll

Vino de la tierra Mallorca

De la relación entre el vino y Mallorca ya existen constancias de los siglos VII y VI aC, tiempos a que pertenecen multitud de vasos y otros recipientes de barro, que eran empleados para la comercialización de vino dentro del Mar Mediterráneo. Ahora bien, parece que no fue hasta la época de ocupación romana que se introdujo la viña y se desarrolló su cultivo en Mallorca.

Así, ya en el siglo I aC, el historiador romano Cayo Plinio el Viejo citaba en su libro “Naturalis Historia”: “…los vinos baleáricos se comparan con los mejores de Italia”. En el año 903, los árabes conquistaron Mallorca y se inició un periodo de más de trescientos años en que el poder de la isla estuvo sometido a la cultura coránica. A pesar de sus prohibiciones, el cultivo de la viña continuó, incluso aplicando los sofisticados sistemas de regadío inventados por los árabes. Existen datos que indican que, así y todo, en esta época se consumía vino.

Hoy en día, los vinos mallorquines cuentan con unas características singulares, una elevada calidad y una personalidad reconocida, que les ha permitido obtener importantes valoraciones por parte de los expertos. Los vinateros de la isla continúan, mediante sus esfuerzos, persiguiendo su deseo de incorporar el nombre de Mallorca dentro de las zonas más selectas productoras de grandes vinos. En el año 2007 se publica la Orden de la consejera de Agricultura y Pesca de 13 de abril, por la cual se reconoce y se regula la indicación geográfica “Mallorca” para los vinos con derecho a la mención tradicional “vino de la tierra” producidos en la isla de Mallorca.

La zona de producción de uva, elaboración y embotellado del vino con derecho a la mención “vino de la tierra Mallorca” comprende todos los municipios de la isla de Mallorca. Únicamente tienen derecho a usar esta mención los vinos elaborados íntegramente con uvas producidas en Mallorca y envasados en la zona de producció.

Variedades de uva:

Tintas: Callet Manto negro Cabernet sauvignon Fogoneu Merlot Monastrell Syrah Tempranillo Pinot noir

Blancas: Prensal (moll) Chardonnay Macabeo Malvasía Moscatel de Alejandría Moscatel de grano menudo Parellada Riesling Sauvignon blanc

Vino de la Tierra Ibiza

El área de producción de uva y elaboración del “Vino de la tierra Ibiza” es la isla que da nombre a esta indicación geográfica. En la isla de Ibiza la actividad vitivinícola se inició en el siglo VII a.C., durante la presencia de los fenicios. De esta época se han hallado vasos y ánforas que los fenicios utilizaban para almacenar el vino de Ibiza. Según Juan Piqueras (1986), en la época púnica, los principales vinos consumidos en el levante de la península, lo que hoy denominamos comunidad Valenciana, procedían de Ibiza, los cuales se transportaban en ánforas fenicias.

Los años noventa cuando se inició la verdadera revolución del vino de Ibiza, momento en que dos vinicultores, elaboradores de uva de su propiedad, apostaron por la calidad, invirtiendo en moderna tecnología para sus bodegas.

En el año 2003, mediante el Decreto 54/2003, el cual deroga el Decreto 197/1996, se aprueba una nueva regulación de la utilización de la mención “Vino de la tierra Ibiza”, la cual introduce la posibilidad de elaborar Vino de la Tierra Ibiza – Islas Baleares – Productos agroalimentarios, denominaciones de origen y gastronomía balear  vinos monovarietales tintos con las variedades cabernet sauvignon, merlot y syrah, y blancos con malvasía y chardonnay, introduciendo a su vez nuevos parámetros de calidad y estableciendo un nuevo sistema de control de la calidad. Actualmente la producción de “Vino de la tierra de Ibiza” es muy limitada, con lo cual estos vinos se destinan a una clientela selecta y no es fácil su adquisición en todos los mercados.

La isla de Ibiza se caracteriza por una orografia en la cual destacan dos agrupaciones de montañas de una altitud no superior al 500 m. Entre las montañas que conforman las citadas agrupaciones se hallan pequeños valles muy aptos para el cultivo de la viña. El suelo, formado a partir de calizas, dolomitas y margas, es en su mayor parte arcilloso, de tipo pardo rojizo con un horizonte de costra caliza. Esta comarca vitivinícola presenta un clima mediterráneo subtropical seco, caracterizado por un elevado número de horas de sol, veranos de temperatura y humedad elevada, y inviernos con temperaturas moderadas. Las lluvias son escasas y se concentran en otoño.

Zonas vitivinícolas de Cantabria

Vino de La Tierra Costa de CantabriaEl área de producción de los “Vino de la Tierra Costa de Cantabria” está constituida por los terrenos aptos para la producción de uva de vinificación autorizada comprendida entre la costa y los valles interiores de influencia Atlántica hasta la cota de 600 metros con excepción de los municipios que comprenden el área geográfica del Vino de la Tierra de Liébana.

Variedades de uva autorizadas:

Tintas: Ondarribi Belza.

Blancas: Albariño, Chardonnay, Godello, Ondarribi Zuri, Riesling y Gewürtztraminer.

Caracteristicas generales

Grado alcohólico volumétrico natural mínimo 10% vol. en tintos y 9,5% vol. en blancos.

Acidez total (gr/l. ácido tartárico) entre 5 y 8,5 en tintos y entre 5 y 10 en blancos.

Acidez volátil (gr/l. ácido acético) no será superior 0,8.

Anhídrido sulfuroso total máximo mg/l: 120 tintos y 150 blancos.

Azúcares residuales máximo 5 gr/l.

Vino de la Tierra de Liébana

El área de producción de los “Vinos de la Tierra de Liébana” está constituida por los terrenos aptos para la producción de uva de vinificación autorizada y delimitada por los términos municipales de: Potes, Pesagüero, Cabezón de Liébana, Camaleño, Cillorigo de Liébana y Vega de Liébana.

Variedades de Uva autorizadas:

Tintas: Mencía, Tempranillo, Garnacha tinta, Graciano, Syrah y Cabernet Sauvignon.

Blancas: Palomino, Godello, Chardonnay y Gewürtztraminer.

Caracteristicas generales

Grado alcohólico volumétrico natural mínimo 10% vol. en tintos y 9,5% vol. en blancos.

Acidez total (gr/l.ácido tartárico) entre 5 y 8,5 en tintos y entre 5 y 10 en blancos.

Acidez volátil (gr/l. ácido acético) no será superior 0,8.

Anhídrido sulfuroso total máximo mg/l: 120 tintos y 150 blancos.

Azúcares residuales máximo 5 gr/l.

Zonas vitivinícolas de Castilla La Mancha

Vinos de la Tierra

En 1999 las Cortes de Castilla-La Mancha aprobaron la Indicación Geográfica Vinos de la Tierra de Castilla para los caldos que se elaboren con uvas producidas en esta comunidad autónoma. El objetivo de la iniciativa es facilitar su identificación a los consumidores que demandan vinos diferentes a las de denominación de origen y a los de mesa. Esta nueva indicación ha tenido gran acogida entre el sector vinícola. A continuación se refleja la evolución de los Vinos de la Tierra declarados en las últimas campañas.

La aprobación de la indicación Vinos de la Tierra de Castilla ha sido la gran apuesta del Gobierno de nuestra Comunidad Autónoma por dotar al sector vitivinícola de un instrumento para potenciar al máximo las posibilidades de los bodegueros a la hora de comercializar los vinos producidos en Castilla-La Mancha.

Con la aprobación de este distintivo se ha buscado una salida estratégica en el mercado a una gran cantidad de vino elaborado en Castilla-La Mancha -10 millones de hectólitros- que no se incluía en ninguna Denominación de Origen, siendo comercializado como vino de mesa común. Ante las grandes posibilidades que se han abierto para el sector, los principales grupos vinícolas de España han efectuado inversiones en la adquisición de bodegas o viñedos para incluir en sus producciones los Vinos de la Tierra de Castilla.

La graduación alcohólica volumétrica natural mínima de estos vinos es de 11º para los blancos y rosados, y 12º para los tintos. En las etiquetas principales debe constar el nombre del municipio de la Región correspondiente donde se haya embotellado o expedido el vino, mientras que en las secundarias deberá figurar la imagen del contorno del territorio de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha correctamente ubicado en el interior de la silueta peninsular. En el momento de proceder al embotellado de una partida de Vino de la Tierra de Castilla su responsable debe notificar los pormenores de la operación a la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente para control del uso de la indicación.

Vino de Almansa

La zona de producción de la Denominación de Origen “Almansa” se sitúa al Este de la provincia de Albacete, teniendo como eje la autovía de Madrid – Alicante y lindando con las provincias de Alicante, Valencia y Murcia. Comprende ocho términos municipales: Almansa, Alpera, Bonete, Corral Rubio, Higueruela, Hoya Gonzalo, Pétrola y la pedanía de El Villar de Chinchilla, todos ellos en la provincia de Albacete.

La viticultura en los alrededores de Almansa data probablemente del siglo XVI y se ha desarrollado sin interrupciones desde entonces. Esta región vinícola, situada a unos 700 m de altitud, es la más oriental de Castilla-la Mancha y está más cerca de las comarcas vinícolas de Levante que de las regiones de Valdepeñas y La Mancha.

La denominación de origen, constituida en 1975, abarca ocho municipios que se reparten unas 7.600 Ha. de viñedo. El suelo es muy calizo y pobre en matería orgánica, con algunas zonas arcillosas. El clima de Almansa es algo menos extremo que el de La Mancha, pero los veranos son también muy calurosos, con temperaturas que llegan fácilmente a los 40ºC. Las precipitaciones medias son de apenas 350 mm anuales.

La mayoría de los viñedos se encuentran en terreno llano, aunque a veces se observan viñas en las laderas de los montes cercanos.

Vino de Jumilla

La Denominación de Origen Jumilla posee una tradición vinícola importante desde siglos pasados. Ya desde la romanización hispánica, la vid era cultivada en este territorio. Pero fue a mediados del siglo XIX cuando la plaga de la filoxera castiga amplios territorios europeos, sobre todo Francia; lo que motivó el despegue espectacular de la economía vitícola jumillana, con el aumento de las plantaciones de vid y un incremento significativo de las exportaciones de mosto al país vecino, lo que enriquecerá al sector agrario local.

Con el paso del tiempo, Jumilla se convertirá en una de las Denominaciones de Origen más antiguas de España, con reglamentación desde 1966. Desde principios del siglo XX funciona la Estación Enológica (hoy Laboratorio Regional Agrario y Bodega Experimental) que actualmente colabora con el Consejo Regulador.

La Denominación de Origen Jumilla, está situada en el Sureste español, siendo una zona caracterizada por amplios valles y planicies, marcados por montañas, zona de transición entre el Litoral levantino del Mediterráneo y la meseta castellano-manchega, amparando la producción dos amplias zonas: el municipio de Jumilla, en la provincia de Murcia, en el que se encuentra la sede del Consejo Regulador y los municipios de Montealegre del Castillo, Fuenteálamo, Ontur, Hellín, Albatana y Tobarra en la provincia de Albacete. Actualmente están registradas más de 30.000 hectáreas de viñedo.

Hablar de la Denominación de Origen Jumilla, es hablar de la variedad “Monastrell”, siendo ésta la variedad de uva que mejor se ha adaptado a lo largo de los tiempos a las condiciones climáticas y de suelo de esta denominación y que imprime el carácter a sus vinos; esta variedad representa más del 80 % de los viñedos de la denominación.

La variedad monastrell, es una cepa de origen español, se encuentra extendida por todo el litoral mediterráneo, siendo en España la tercera variedad más plantada.

La cepa de monastrell, es de porte erguido, con sarmientos gruesos y cortos poco ramificados, su hoja posee un limbo de forma pentagonal, con tres lóbulos marcados. Sus racimos son pequeños o medianos y bastante compactos, con bayas esféricas y de tamaño mediano, de coloración azul-negro, de piel gruesa rica en antocianos; su pulpa es carnosa y blanda con poca cantidad de taninos.

Es una variedad de gran rusticidad y elevada resistencia a la sequía, necesita buena insolación. Posee una sensibilidad media-alta frente a mildiu y oidio, es muy resistente a la excoriosis, podredumbre gris y polilla, presentando alta resistencia a la filoxera.

Otras variedades autorizadas:

Tintas: Cencibel, Garnacha Tintorera, Garnacha, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Petit Verdot.

Blancas: Airen, Macabeo, Pedro Ximénez, Malvasía, Chardonnay, Sauvignon Blanc y Moscatel de grano menudo.

Vino de la Mancha

Situada en la Meseta Central de la Península Ibérica, La Mancha engloba 182 municipios de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, que gozan de un clima continental extremado, con grandes oscilaciones térmicas y con precipitaciones variables que hacen propicio el óptimo cultivo de la vid. En sus campos se dan las siguientes variedades de uva:

Variedades blancas: Airén, Viura o Macabeo, Chardonnay y Sauvignon Blanc.

Variedades tintas: Cencibel o Tempranillo, Garnacha, Moravia, Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah.

Las bodegas acogidas a esta Denominación de Origen han sabido evolucionar de una manera rápida y acorde con la demanda del mercado y consumidor. Estas bodegas han hecho de la elaboración de sus vinos un arte, con un esmerado cuidado fruto de unas instalaciones equipadas con la más alta innovación tecnológica, a la vez que comercializan sus caldos en el mercado nacional e internacional con una magnifica progresión. En el mercado internacional nuestro crecimiento ha sido de un 10% anual en la última década, dato a tener en cuenta ya que se asegura la presencia de nuestros vinos en los países de mayor consumo.

Por contar con una extensa variedad de vinos siempre tendremos donde elegir, sin olvidar la calidad:

Vinos Jóvenes, que deben ser consumidos en un período no superior a nueve meses desde su elaboración.

Vinos Tradicionales, cuya vida natural es comparable a cualquier otro vino de crianza, aunque su conservación ha sido realizada en depósitos o en tinajas.

Vinos de Crianza, con dos años de envejecimiento natural, de los cuales uno de ellos deberá ser en barrica y botella.

Vinos de Reserva, con una crianza mínima de doce meses en roble y veinticuatro meses en botella.

Vinos de Gran Reserva con una crianza mínima de veinticuatro meses en roble y treinta y seis meses en botella.

Vinos Espumosos, elaborados con el método tradicional, con un mínimo de nueve meses de crianza en botella.

Vino de Manchuela

La Manchuela comprende el territorio situado al sureste de la provincia de Cuenca y noreste de la provincia de Albacete, entre los ríos Júcar y Cabriel. Los viñedos, situados a una altura media de entre 600 y 700 metros sobre el nivel del mar, reciben en las noches estivales los vientos frescos y húmedos que proceden del Mediterráneo. Ello provoca que el diferencial térmico durante el período de maduración de la uva sea bastante elevado, circunstancia que favorece la formación de polifenoles (taninos y antocianos), haciendo de esta comarca una zona vitícola muy idónea para el cultivo de las variedades tintas.

El nombre geográfico “Manchuela” sólo podrá ser utilizado para la designación de los vinos de calidad tranquilos, blancos, rosados y tintos, obtenidos a partir de las variedades de uvas autorizadas y que posean las características propias de los vinos elaborados en esta comarca.

La D.O. “Manchuela” abarca 70 municipios. En la provincia de Albacete: Albacete, Abengibre, Alatoz, Alborea, Alcalá de Júcar, Balsa de Ves, Carcelén, Casas Ibáñez, Casas de Juan Núñez, Casas de Ves, Cenizate, Fuentealbilla, Golosalvo, La Gineta, Jorquera, Madrigueras, Mahora, Motilleja, Navas de Jorquera, Pozo Lorente, Recueja, Valdeganga, Villa de Ves, Villamalea, Villatoya y Villavaliente.

Y en la provincia de Cuenca: Alarcón, Aliaguilla, Almodóvar del Pinar, Barchín del Hoyo, Buenache de Alarcón, Campillo de Altobuey, Cardenete, Casasimarro, Castillejo de Iniesta, Chumillas, Enguídanos, Gabaldón, Garaballa, Graja de Campalbo, Graja de Iniesta, El Herrumblar, Hontecillas, Iniesta, Landete, Ledaña, Minglanilla, Mira, Motilla del Palancar, Narboneta, Olmedilla de Alarcón, Paracuellos de la Vega, El Peral, La Pesquera, El Picazo, Piqueras del Castillo, Pozorrubielos, Puebla del Salvador, Quintanar del Rey, Solera de Gabaldón, Talayuelas, Tébar, Valhermoso de la Fuente, Valverdejo, Villagarcía del Llano, Villalpardo, Villanueva de la Jara, Villarta, Villora y Yémeda.

Los vinos que están amparados por esta Denominación de Origen “Manchuela” únicamente podrán ser obtenidos a partir de uvas de las siguientes variedades: -en las blancas- Albillo, Chardonnay, Macabeo y Sauvignon Blanc; -en las tintas- Bobal, Cabernet Sauvignon, Cencibel o Tempranillo, Garnacha, Merlot, Monastrell, Moravia dulce y Syrah.

Los vinos con Denominación de Origen “Manchuela” tendrán una graduación alcohólica adquirida mínima de 11% vol. para los blancos, 11,5% vol. para los rosados y del 12% vol. para los tintos.

Vino de Mondéjar

La Denominación de vino de Mondéjar comprende los municipios de Guadalajara de Zorita, Albares, Almoguera, Almohacid de Zorita, Driebes, Escariche, Escopete, Fuentenovilla, Illana, Loranca de Tajuña, Mazuecos, Mondejar, Pastrana, Pioz, Pozo de Almoguera, Sacedon, Sayaton, Valdeconcha, Yebra y Zorita de Canes lo que en total forma una extensión de 93.962 Has.

La zona de producción abarca 2.100 Ha. que se dividen en 1.423 en el Término de Mondéjar, y 240 Ha. en el Término de Sacedón.

En términos generales, es una zona de transición entre el borde meridional de la Alcarria, y el límite septentrional de la meseta de la Mesa de Ocaña, al Sur. El perímetro considerado pertenece a al cuenca del Tajo, siendo este y el Tajuña los cauces del agua más importantes que discurren en dirección NE-SO. La comarca tiene así una morfología tubular y ríos encajados por una parte, y extensas rampas y llanuras por otra, con una altitud media de 800 m.

Edafológicamente comparte de tipos de suelos, siendo las dos características agrodáficas de la zona delimitada las siguientes:

1ª Clasificación: Suelo rojo sobre sedimentos limoarcillosos con grava (Luvisol-Cálcico-Crómico). Corresponde a un paisaje ondulado, de pendientes suaves, suelo profundo, textura francoarcillo-arenosa, buena permeabilidad y aireación, pedregososidad escasa, caliza, de pequeño tamaño alcalino, pobre en materia orgánica y fósforo,rivo en potasio. Estos suelos se encuentran al Sur de la zona delinotada, Mondejar, Albanes,Pozo de Almoguera, Pastrana, Escopete. etc…

2ª Clasificación: Suelo Pardocalizo sobre magras, areniscas y conglomerados (cambisol – cálcico). Corresponde a un paisaje de suaves pendientes, profundidad superior a 45 cm. afloramientos rocosos caso nulos, buena aireación  y permeabilidad ph alcalino, ricos en calcio y carbonatos, pobres en materia orgánica, nitrógeno y magnesio fosfato asimilable escaso. Términos municipales de Anguix, Mondejar, Sacedón,  etc…

Vino de Méntrida

Los viñedos de la Denominación de Origen “Mentrida” se encuentran situados al Norte de la provincia de Toledo, limitando con las provincias de Ávila y de Madrid y se extienden al pie de la impresionante sierra de Gredos en su parte oriental. Esta zona está atravesada por el curso bajo del río Alberche, y en ella se ubican poblaciones ligadas al vino y a la historia: Almorox, Escalona, Maqueda, Fuensala,Camarena,Casarrubios del Monte y la propia Méntrida. Son terrenos situados entre el río Tajo -en su margen derecha- y la sierra de Gredos.

El clima de Méntrida es continental extremado, con inviernos largos y fríos, algo atemperados por encontrarse protegida de los vientos fríos del norte y del oeste por la barrera montañosa de Gredos.

Los veranos son calurosos y las precipitaciones muy escasas, pues apenas rebasan los 300 mm, proporcionando una producción muy baja, pero de extraordinaria calidad, muy apreciada tradicionalmente y que en la actualidad da sus primeros pasos en la comercialización de sus vinos embotellados.

El terreno, suavemente ondulado, está formado por suelos arenosos de origen granítico, ácidos y con muy poca cal, lo que acrecienta la finura de los vinos que allí se producen.

La inmensa mayoría de las vides pertenecen a variedades tintas, Garnacha tinta como predominante y cencibel o tempranillo cuyo cultivo se incrementa progresivamente.

Vino de Ribera del Júcar

Ribera del Júcar cuenta con una superficie de 9.141 hectáreas de viñedo situados en los municipios conquenses de Casas de Benítez, Casas de Fernando Alonso, Casas de Guijarro, Casas de Haro, El Picazo, Pozoamargo y Sisante.

Las variedades de uva que se incluyen en esta denominación son todas tintas: cencibel o tempranillo, cabernet sauvignon, merlot, syrah y bobal. La transformación de estas uvas se realizará en bodegas situadas dentro de la zona de producción y se elaborarán los siguientes vinos: vino joven, vino tradición y vino de crianza, todos ellos de acuerdo los métodos de vinificación, acidificación y elementos físico-químicos que se establecen en la Orden de creación de esta Denominación.

Los vinos jóvenes amparados en Ribera del Júcar tendrán en la fase visual un color rojo picota, limpio y brillante, con irisaciones cardenalicias, destacando los tonos rojos y púrpuras sobre los amarillos. En nariz, tendrán aromas limpios y de intensidad media, destacando los afrutados, donde sobresalen los aromas de frutas rojas. En la fase gustativa, serán vinos potentes a la entrada en boca, de cuerpo intenso con una tanicidad media y un postgusto medio, dejando recuerdo de su redondez.

Los vinos tradición Júcar -envejecidos en barrica de roble francés o americano durante cuatro meses- tendrán también un color rojo picota limpio, brillante y de buena capa, con irisaciones cardenalicias. En la fase olfativa, tendrán aromas limpios y de intensidad media, apareciendo, tras el paso por la madera, las notas de fruta roja madura, torrefactos y vainilla, con intensidad media, y recuerdos a pimienta y cacao. Serán vinos potentes en su paso por boca, limpios y sedosos, de intensidad y tanicidad media. Presentarán notas de frutas rojas a otras de carácter avainillado.

Los vinos de crianza tendrán colores que van desde el rojo rubí al rojo cereza, con irisaciones teja, combinados con púrpuras. Serán limpios, brillantes y de capa media. En nariz, tendrán un aroma limpio e intenso, en que se percibe discretamente al principio alguna nota de fruta roja, junto con notas avainilladas y torrefactadas de intensidad media-alta. Aparecerán también ligeras notas de cacao. En boca, serán vinos de cuerpo intenso y tanicidad media, con un postgusto largo e intenso.

Vino de Uclés

El área vitícola delimitada comprende viñedos situados en los siguientes municipios de las provincias de Cuenca y Toledo:

De Cuenca: Acebrón (El), Alcázar del Rey, Almendros, Belinchón, Carrascosa del Campo, Fuente de Pedro Naharro, Horcajo de Santiago, Huelves, Huete, Langa, Loranca del Campo, Paredes, Pozorrubio, Rozalén del Monte, Saelices, Tarancón, Torrubia del Campo, Tribaldos, Uclés, Valparaiso de Arriba, Valparaíso de Abajo, Vellisca, Villamayor de Santiago, Villarrubio y Zarza de Tajo

De Toledo: Cabezamesada: polígonos 1 a 5 (a.i.), 7, 8; Corral de Almaguer: polígonos 22 a 25 (a.i.); y Santa Cruz de la Zarza

Los vinos con denominación de origen Uclés únicamente podrán ser obtenidos a partir de uvas de las siguientes variedades tintas: Cencibel (Tempranillo), Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Garnacha Tinta.

Los diferentes tipos de vinos tintos que podrán elaborarse en la Denominación Origen de Uclés son:

Vinos jóvenes.

Son vinos que han adquirido una armonía en el conjunto de sus cualidades organolépticas y una riqueza aromática adecuada tras la elaboración, sin necesidad de envejecimiento. La maceración del mosto en presencia de los hollejos tendrá una duración mínima de 4 días.

No obstante, cuando los vinos jóvenes se sometan a un breve periodo de envejecimiento y se desee emplear o hacer referencia al mismo, dicho periodo no podrá ser inferior a dos meses, debiendo indicarse en el etiquetado el periodo de tiempo en meses que hayan permanecido en barricas, que deberán ser de roble y tener una capacidad máxima de 330 litros.

Vino de crianza.

La maceración del mosto en presencia de los hollejos tendrá una duración mínima de 7 días. El período de envejecimiento tendrá lugar durante un plazo no inferior a dos años naturales, contados a partir de la vendimia, de los cuales, al menos seis meses, deberán permanecer en barricas de roble de 330 litros de capacidad máxima, terminando su envejecimiento en botella.

Vino de reserva.

La maceración del mosto en presencia de los hollejos tendrá una duración mínima de 7 días. El período de envejecimiento tendrá lugar en un plazo no inferior a treinta y seis meses, contados a partir de la vendimia, de los cuales, al menos doce, deberán permanecer en barricas de roble de 330 litros de capacidad máxima, terminando su envejecimiento en botella.

Vino de Valdepeñas

La Denominación de Origen Valdepeñas tiene acogida una superficie de viñedo ligeramente superior a las 29.000 Has.

Se encuentra situada en el borde meridional de la submeseta sur castellana, pudiendo considerarse enmarcada en las comarcas de Campo de Montiel, por el este, y Campo de Calatrava, por el oeste. Los términos municipales incluidos son: Valdepeñas, Alcubillas, Moral de Calatrava, San Carlos del Valle, Santa Cruz de Mudela, Torrenueva y parte de los términos municipales de Torre de Juan Abad, Granátula de Calatrava, Alhambra y Montiel.

El vino y Valdepeñas están asociados desde tiempos inmemoriales. Si bien los primeros datos en la Península Ibérica nos hablan de más de 3.000 años de existencia, en la comarca de Valdepeñas los vestigios se hacen palpables en los restos de pepitas de uva que fueron encontrados en el yacimiento ibérico del Cerro de las Cabezas, que fue ocupado entre los siglos VII y IV a.C.

Más adelante pueden encontrarse referencias de las etapas romana, visigoda y musulmana, hasta nuestros días.

La variedad de vid determina las características principales del vino, su sello propio, que sirvió en su día para establecer las características y cualidades de los vinos de la zona. En España pueden existir actualmente unas 150 variedades de vid en cultivo industrial con destino a vinificación.

El suelo, clima, variedad, altitud…, dan a las variedades cultivadas en la D. O. de Valdepeñas unas características singulares que se manifiestan en la fuerte personalidad de sus vinos.

Blancas

Las variedades de uva autorizadas en la Denominación de de Valdepeñas son: Airén, Macabeo, Chardonnay, Verdejo, Sauvignon Blanc y Moscatel de grano menudo.

Tintas

Todos los vinos tintos amparados a la Denominación de Valdepeñas se elaboran exclusivamente con uvas de las variedades Cencibel o Tempranillo, Garnacha, Cabernet Sauvignon, Merlot, Sirah y Petit Verdot, siendo la principal la Cencibel, que ocupa mas del 80% de la superficie de variedades tintas.

Zonas vitivinícola de Extremadura

Es un cultivo y una actividad que ha ido ganado terreno con el paso de los siglos hasta consolidarse como uno de los más importantes productos de la región.

La producción y elaboración de vinos en Extremadura abarca una vasta zona de toda la región. Las subzonas amparadas en la Denominación de Origen Ribera del Guadiana se muestran en el mapa adjunto y son zonas más reducidas con respecto al global de zonas de producción.

Zona Cañamero

Los municipios que comprenden esta subzona son: Alía, Berzocana, Cañamero, Guadalupe y Valdecaballeros.

La comarca se encuentra situada en plena Sierra de Guadalupe, con la vid en una altitud media de 849 m sobre el nivel del mar. Presenta un relieve bastante accidentado y los cultivos se sientan preferentemente en las laderas, sobre terrenos pobres y de naturaleza pizarrosa.

El clima es suave, sin grandes contrastes térmicos, con unas precipitaciones de alrededor de 750- 800 mm por año.

La variedad de uva más abundante es la blanca autóctona Alarije, que ocupa las tres cuartas partes del total de viñedo. En mucha menor proporción se encuentran las también blancas Chelva, Malvar y las tintas Tempranillo y Garnacha.

Es frecuente la mezcla de variedades y también el cultivo asociado, sobre todo, con olivo.

Zona Montanchez

Los municipios que integran esta subzona son los siguientes:

Albalá, Alcuéscar, Aldea de Trujillo, Aldeacentenera, Almoharín, Arroyomolinos de Montánchez, Casas de Don Antonio, Escurial, Garciaz, Herguijuela, Ibahermoso, La Cumbre, Madroñera, Miajadas, Montánchez, Puerto de Santa Cruz, Robledillo de Trujillo, Salvatierra de Santiago, Santa Cruz de la Sierra, Santa Marta de Magasca, Torre de Santa María, Torrecilla de la Tiesa, Trujillo, Valdefuentes, Valdemorales, Villamesías y Zarza de Montáchez.

Es zona de complicada orografía, con abundantes cerros y pequeños valles en los que el viñedo aparece sobre suelos clasificados como tierras pardas ácidas y a una altitud media de 638 m.

El clima es continental, con veranos muy cálidos e inviernos no demasiado rigurosos. Las precipitaciones se sitúan entre 500 y 600 mm por año.

La variedad más abundante es la blanca Borba, que ocupa unos dos tercios del total del viñedo, seguida en importancia por las también blancas Alarije, Cayetana Blanca y Pedro Ximénez. Entre las tintas minoritarias, sobresalen las plantaciones de Tempranillo y Garnacha

Zona Ribera Alta

Los municipios que integran esta subzona son los siguientes:

Aljucén, Benquerencia, Campanario, Carrascalejo, Castuera, La Coronada, Cristina, Don Alvaro, Don Benito, Esparragalejo, Esparragosa de la Serena, Higuera de la Serena, La Garrovilla, Guareña, La Haba, Magacela, Malpartida de la Serena, Manchita, Medellín, Mengabril, Mérida (margen derecha del ría Guadiana), Mirandilla, Monterrubio de la Serena, La Nava de Santiago, Oliva de Mérida, Quintana de la Serena, Rena, San Pedro de Mérida, Santa Amalia, Trujillanos, Valdetorres, Valverde de Mérida, Valle de la Serena, Villagonzalo, Villanueva de la Serena, Villar de Rena, Zalamea de la Serena y Zarza de Alange.

Es la región llana de la provincia, las Vegas del Guadiana, las tierras llanas de la Serena y Campo de Castuera, que enlazan en la parte oriental con las Vegas Altas, y la Tierra de Barros. Los depósitos cuaternarios dejados por el Guadiana y sus afluentes han dado lugar a esta subzona con suelos muy arenosos, con una altitud media de 427 m.

El clima es continental con moderada influencia atlántica .

Las variedades de mesa tienen una fuerte presencia y si hablamos de uvas de vinificación las más abundantes son las blancas Alarije, Borba y las tintas sobre todo Tempranillo y algo de Garnacha.

Zona Ribera Baja

Está integrada por los siguientes municipios: La Albuera, Almendral, Badajoz, Lobón, Montijo, Olivenza, La Roca de la Sierra, Talavera la Real, Torremayor, Valverde de Leganés y Villar del Rey.

Los depósitos cuaternarios dejados por el Guadiana y sus afluentes han dado lugar a las vegas Bajas con un carácter arcilloso- limoso. La altitud media de esta subzona es aproximadamente de 286 m.

El clima es continental con moderada influencia atlántica en el que la mayor persistencia e intensidad de las lluvias están condicionadas por los vientos del Oeste y Suroeste. Las variaciones climáticas son escasas: veranos largos, otoños y primaveras cortas y suaves, con concentraciones de lluvias, inviernos no muy rigurosos.

En uvas blancas resulta mayoritaria la presencia de Cayetana Blanca y Pardina, con algunas parcelas de Macabeo; y de las tintas Tempranillo y algo de Garnacha.

Zona Tierra de Barros

Está situada en el centro de la provincia de Badajoz y la forman los siguientes municipios: Aceuchal, Ahillones, Almendralejos, Arroyo de San Serván, Azuaga, Berlanga, Calamonte, Corte de Peleas, Entrín Bajo, Feria, Fuente del Maestre, Granja de Torrehermosa, Higuera de Llerena, Hinojosa del Valle, Hornachos, La Morera, La Parra, Llerena, Maguilla (margen izquierda del río Guadiana) Nogales, Palomas, Puebla del Prior, Puebla de Reina, Ribera del Fresno, Salvatierra de los Barros, Santa Marta de los Barros, Torre de Miguel Sesmero, Torremegía, Valencia de las Torres, Valverde de Llerena, Villafranca de los Barros y Villalba de los Barros.

La comarca de Tierra de Barros es de relieve prácticamente llano, con suelos fértiles, ricos en nutrientes y con notable capacidad para la retención de agua. Tiene una altitud media de 521 metros sobre el nivel del mar.

El clima es bastante seco, con elevadas temperaturas en verano, acentuadas por la acción del viento solano. Las precipitaciones oscilan entre 350 y 450 mm. al año.

Las variedad de uvas más importantes son las blancas autóctonas Cayetana Blanca, Pardina y las tintas Tempranillos, Garnacha y Cabernet Sauvignon y son también abundantes las plantaciones de Montúa y Macabeo

Zona Matanegra

Esta subzona engloba los términos municipales de Bienvenida, Calzadilla, Fuente de Cantos, Medina de las Torres, Puebla de Sancho Pérez, Los Santos de Maimona, Usagre y Zafra.

La climatología es similar a la de Tierra de Barros, algo más suave que hace retrasar en unos días la recogida de la uva.

Existe cierta similitud en su suelo respecto a Tierra de Barros. Su altitud media es de 638 m.

Las variedades de uva más abundantes en blancas son la Eva o Beba de los Santos, la Montúa seguidas de Pardina, Cayetana Blanca y Macabeo y en tintas por orden de superficie de viñedo, Tempranillo, Garnacha y Cabernet Sauvignon.

Los viñedos y la producción de vinos se encuentra prácticamente distribuida a los largo y ancho de toda Extremadura.

Zonas vitivinícolas de La Rioja

Esta Denominación ampara vinos tintos, blancos y rosados. Los vinos de Rioja se catalogan en jóvenes, adecuados para consumir en su primer o segundo año y los criados en barrica. Estos últimos pueden ser Crianza, Reserva y Gran Reserva.

Los vinos Crianza están en su tercer año. Los tintos han pasado al menos uno en barrica y los blancos, seis meses.

Los vinos tintos Reserva han envejecido durante tres años y, al menos uno, en barrica, mientras que los blancos Reserva han pasado por un proceso de envejecimiento de 2 años y al menos 6 meses en barrica.

Los Grandes Reservas tintos han pasado dos años en barrica y tres en botella, mientras que los blancos han envejecido durante cuatro años, de los que 6 meses han pasado en barrica.

El Consejo Regulador de la DOCa Rioja es el organismo encargado de garantizar la calidad de los vinos de Rioja y vela por el cumplimiento de las normas que marca el reglamento, tanto en el cultivo de la vid como en la elaboración del vino.

Los antecedentes de este Consejo se encuentran en la Edad Media, en el siglo XVI, cuando un grupo de cosecheros de Logroño eligió un anagrama para identificar y asegurar la calidad de sus vinos. El Consejo Regulador, tal y como hoy se conoce, se creó en 1902 y la aprobación del Estatuto del Vino en 1932 supuso su impulso definitivo.

Los vinos de Rioja se elaboran, tradicionalmente, con siete variedades de uva: Tempranillo (la más utilizada), Garnacha, Mazuelo y Graciano para los tintos; y Viura, Garnacha blanca y Malvasía para los blancos. El Consejo Regulador ha aprobado la incorporación de otras seis variedades blancas: Maturana, Turruntés, Tempranillo blanco, Chardonnay, Sauvignon blanc y Verdejo, y una tinta: Maturana tinta.

La Rioja cuenta con la tradición vitivinícola del Cava  desde principios del siglo XX. Esta Comunidad Autónoma es la cuarta productora y cuenta con tres empresas elaboradoras de este vino espumoso.

La mayor parte del Cava riojano se comercializa en la propia Comunidad Autónoma y en las zonas limítrofes de Navarra y del País Vasco, aunque cada vez más está abriéndose a los mercados nacionales e internacionales.

El Cava se elabora en siete comunidades autónomas: Cataluña, La Rioja, Aragón, Navarra, País Vasco, Comunidad Valenciana y Extremadura. Los municipios riojanos amparados por esta Denominación de Origen son Alesanco, Azofra, Briones, Casalarreina, Cihuri, Cordovín, Cuzcurrita, Fonzaleche, Grávalos, Haro, Hormilla, Hormilleja, Nájera, Sajazarra, San Asensio, Tirgo, Uruñuela y Villalba.

El Consejo Regulador del Cava, formado por el Ministerio de Agricultura y las Comunidades Autónomas adscritas a la Denominación, se encarga de controlar la producción y la elaboración, y de garantizar la calidad de este vino de calidad.

Este vino espumoso se elabora principalmente con las variedades Macabeo, Xare.lo y Parellada, aunque también están permitidas la Malvasía (Subirat Parent) y la Chardonnay. Las variedades permitidas para los cavas rosados son Garnacha tinta, Monastrell, Pinot Noir y Trepat.

La Rioja cuenta con una Indicación Geográfica para los vinos blancos elaborados principalmente con la variedad Moscatel. Estos vinos, los  vinos de la Tierra Valles de Sadacia, pueden ser secos, semisecos, dulces y semidulces.

Los valles de Sadacia –los regados por el río Cidacos, antiguamente Sádacos- resultan idóneos para el cultivo de viñedos en general y de la variedad Moscatel en particular, debido a las características del clima y del suelo.

Estos vinos se elaboran como otros vinos blancos, pero con una interrupción de la parte final de la fermentación. Con ello se logra que permanezcan azúcares propios, dando lugar a un delicado vino blanco, que puede ser seco, semiseco, dulce o semidulce, dependiendo de la mayor o menor fermentación.

Los vinos resultan aromáticos y muy finos. Son de color oro, untuosos y con gran presencia de aromas frutales y florales. Muy aterciopelados en el paladar, intensos y elegantes, constituyen un equilibrio perfecto de sensaciones dulces.

Los municipios riojanos amparados por esta Denominación están situados en el sudeste de la región: Agoncillo, Aguilar del Río Alhama, Albelda, Alberite, Alcanadre, Aldeanueva de Ebro, Alfaro, Arnedillo, Arnedo, Arrúbal, Ausejo, Autol, Bergasa, Bergasilla, Calahorra, Cervera del Río Alhama, Clavijo, Corera, Cornago, El Redal, El Villar de Arnedo, Galilea, Grávalos, Herce, Igea, Lagunilla de Jubera, Leza de Río Leza, Murillo de Río Leza, Muro de Aguas, Nalda, Ocón, Pradejón, Préjano, Quel, Ribafrecha, Rincón de Soto, Santa Engracia de Jubera, Santa Eulalia Bajera, Tudelilla, Villamediana de Iregua, Villarroya y Logroño

La Denominación de Origen Calificada Rioja se extiende por la Comunidad Autónoma de La Rioja y por varios municipios del País Vasco y de Navarra. Unas 60.000 hectáreas de viñedo en total con las que se elabora uno de los más prestigiosos vinos del mundo.

Zonas vitivinícolas de Madrid

El prestigio de los vinos de Madrid se remonta a muchos siglos atrás, aunque es en noviembre de 1990 cuando se crea oficialmente la Denominación de Origen (D.O.) Vinos de Madrid.

Tres son las subzonas que forman parte de esta Denominación de Origen: Arganda, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias. En total, se encuentran censadas unas 11.000 ha de viñedo pertenecientes a 58 municipios en los que desde tiempos inmemoriales se elabora vino.

Las variedades de uva admitidas por la reglamentación de esta D.O. son Albillo, Airén, Parellada, Torrontés, Viura, Malvar y Moscatel de Grano Menudo, en blancas, y Garnacha Tinta, Merlot, Tinto Fino, Syrah y Cabernet Sauvignon, en tintas.

En las tres subzonas de la D.O. se elaboran vinos tintos, rosados y blancos. Los tintos de San Martín de Valdeiglesias son vinos robustos, ricos en cuerpo y color,muy afrutados y sabrosos, de baja acidez, cálidos y enérgicos

Los tintos de Navalcarnero presentan rasgos comunes con los anteriores, si bien su graduación alcohólica es más moderada.

En la subzona de Arganda se producen tintos equilibrados, de bonita librea y moderada graduación, que sometidos a crianza en roble adquieren complejidad y elegancia.

Los blancos más significativos son los de Arganda, pálidos, suaves y de paladar afrutado. En San Martín de Valdeiglesias, los blancos brisados elaborados con la uva Albillo tienen una arraigada tradición.

Por su parte, los rosados de San Martín de Valdeigleisas y Navalcarnero son muy afrutados, de atractivo color, sabrosos, carnosos y con vigor. Finalmente, en 1996 se introdujeron en la D.O. los vinos espumosos.

En los últimos años los vinos madrileños se han consolidado y se han empezado a hacer un hueco en el panorama vitivinícola nacional e incluso internacional.

El prestigio de los vinos de Madrid se remonta a muchos siglos atrás, aunque es en noviembre de 1990 cuando se crea oficialmente la Denominación de Origen (D.O.) Vinos de Madrid.

Zonas vitivinícolas de Murcia


Denominación de Origen Bullas

Los vinos de la denomiación de Origen Bullas se elaboran con uvas procedentes de viñedos situados en los términos municipales de Bullas, Cehegín, Mula, Pliego y Ricote y en parte de los términos de Calasparra, Caravaca, Lorca y Moratalla.

Los tintos son vinos con al menos un 60% de la variedad Monastrell, al igual que los rosados, lo que les confiere un carácter alegre y mediterráneo.Los blancos se elaboran principalmente con la variedad Macabeo.

Actualmente, las variedades autorizadas en el Reglamento de la D. O. Bullas para complementar las anteriores, son:

Tintas: Cabernet Sauvignon, Garnacha, Merlot, Petit Verdot, Syrah y Tempranillo.

Blancas: Airén, Chardonnay, Malvasía, Moscatel, Moscatel de Grano Menudo y Sauvignon Blanc.

La aprobación del nuevo reglamento junto con la creación de nuevas bodegas acogidas a la D. O. Bullas prometen un buen futuro para esta zona vitivinícola.

Denominación de Origen de Jumilla

La Denominación de Origen Jumilla se extiende por el término municipal de Jumilla y 6 municipios de la provincia de Albacete. La variedad predominante es Monastrell para los tintos y Airen, Macabeo y Pedro Ximénez para los blancos. La introducción de otras cepas, principalmente Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah en las tintas, están teniendo excelentes resultados, dando lugar a lo que la crítica especializada ha denominado “nuevos Jumillas”, que conservan los aromas frutales típicos de la Monastrell con la carnosidad y plenitud de las nuevas variedades. Los vinos de Jumilla han alcanzado un alto nivel de reconocimiento dentro del panorama vinícola español.

Denominación de Origen de Yecla

Esta Denominación de Origen comprende exclusivamente el término municipal de Yecla. Se cultiva Monastrell para tintos y Macabeo para blancos, aunque se ha evolucionado introduciendo nuevas variedades que se adaptan perfectamente al suelo y clima. Los vinos de Yecla son fundamentalmente jóvenes, afrutados y con carácter propio.

Sus vinos de crianza, en barricas de roble americano y francés poseen tonos teja y matices de vainilla.

Se trata de una Denominación de Origen en plena expansión y con un brillante futuro.

Caracteristicas generales

Grado alcohólico volumétrico natural mínimo 10% vol. en tintos y 9,5% vol. en blancos.

Acidez total (gr/l.ácido tartárico) entre 5 y 8,5 en tintos y entre 5 y 10 en blancos.

Acidez volátil (gr/l. ácido acético) no será superior 0,8.

Anhídrido sulfuroso total máximo mg/l: 120 tintos y 150 blancos.

Azúcares residuales máximo 5 gr/l.

Castilla y León

En este apartado veremos zonas con una gran importancia en ventas, calidad, historia y algunas de ellas (pienso que será el futuro). Estas zonas serán: ribera del Duero, Toro, Rueda, Cigales y Bierzo.

En esta zona existen 70.000 hectáreas de plantación de viñedos, pero solamente la mitad están acogidas a una denominación. Hasta el momento solamente existen cinco, pero en la antigüedad (y no hace mucho) se consideraba que esta zona estaba un poco atrasada, respecto a otras partes de España, sobre todo con La Rioja, donde existía un boom con esa zona. Pero hoy en día, con esas cinco zonas y la pronta aparición de otra, es la zona donde existen la mayoría de vinos de calidad y disfrutando de un gran reconocimiento nacional e internacional. Además de la ribera del Duero, están el Bierzo, situado en León, frontera con Galicia, ofrece vinos ligeros y frutales; Cigales, cerca de Valladolid, con sus tintos vigorosos; Toro, vinos recios, con cuerpo, situada en Zamora; Rueda, con sus vinos blancos, verdejos y Sauvignon.

Aunque no todo el vino que se elabora en esta zona recibe el nombre de una denominación de origen. También existen bodegas que están fuera de las D.O., que elaboran vinos de una alta calidad (Abadía Retuerta o Mauro son algunos ejemplos), estando recogidos en la ley como vino de mesa (pero de una buena mesa).

 Ribera del Duero

Esta D.O. ocupa una superficie en las dos márgenes del río Duero de unos 110 Km. y el 85% de los viñedos se encuentran localizados en Burgos, aunque las bodegas pertenecen a Valladolid.

La denominación de origen se fundó en 1982, cuando existían cooperativas y pocos productores, siendo hoy un número muy superior en bodegas. Aunque es relativamente joven, cuenta con una larga trayectoria en el mundo del vino, puesto que cuenta con bodegas de familias, con kilómetros subterráneos en las rocas y casas centenarias. Habiendo tenido un reconocimiento mundial en breve tiempo, ya que dieron un salto de calidad en España, siendo imagen de modernidad internacionalmente.

El clima de esta zona es continental, con cambios de temperatura continuos, lluvias escasas, inviernos fríos, veranos calurosos y con altas horas de sol. Siendo una de las D.O., donde acusan más intensamente los cambios en el clima con las añadas. Estando los mejores viñedos en Roa, La Horra, Gumiel y Sotilla, no podemos hacer clasificaciones de uvas por suelos, puesto que estas uvas circulan por toda la D.O libremente, sin saber nunca de donde proviene la uva.

Están trabajando para la elaboración de dicha clasificación y no podemos descartar
que pronto exista.
La Ribera del Duero presenta unos suelos atípicos en Castilla. Todos los viñedos están a orillas del río Duero y montes cercanos, siendo la tinta del país (tempranillo) más del
80% de la plantación. Las mejores plantaciones se sitúan en el sur, en laderas que descienden hacia el río.

A los Ribera del Duero conviene dejarlos madurar, puesto que tendrán una ganancia de fruta, carácter cálido, dulzor, confitura, aromas a ciruela, cereza, con unas notas de evolución fina en la botella, que le aportará notas de cuero o especias, resultando un vino complejo y armonioso. La pena es que no todos los vinos podemos o queremos dejar madurar, siendo los vinos amplios y tánicos en la boca, presentando a veces notas algo desagradables de azufrado, con presencia de la madera y minerales.

El exceso de madera tampoco le favorece mucho. Este paso debe ser breve porque el roble endurece los vinos, siendo difíciles de beber en su juventud. Por el motivo de la madera, donde muchos piensan que el vino cuanto más madera tiene mejor es, hace que se mezclen en esta denominación unos vinos de una calidad grañidísima con vinos rústicos, con gran aspereza y tánicos.

Cuando hablamos de la Ribera del Duero no podemos pasar por alto las dos bodegas o vinos que, gracias a la calidad de ellos, la Ribera es sinónimo de calidad. Estas dos bodegas son: Vega Sicilia y Pingus (sin olvidarnos de Pesquera, pero en menor medida).

Vega Sicilia

No es el más caro, pero sí es el más apreciado de todos los Ribera del Duero.

Las primeras cepas datan de 1864, pero la familia Herrero le puso a la bodega el nombre que recibe hoy.

El vino principal de la bodega es el “único” siendo un cuvée. Donde el trabajo importante, aparte del campo, se realiza en la crianza muy elaborada en bodega. Este vino es opulento, con aromas a fruta seca, frutos secos, higos, tabaco, café, especias, etc. En boca es un vino pleno, que llena y te inunda con todos los aromas que nos da en la nariz.
La variedad principal es la tinta del país, con una pequeña presencia de la Cabernet Sauvignon. Estas uvas se vendimian por separado, a mano y (las mejores uvas) teniendo una maceración previa en recipientes de madera y para su segundo vino el Valbuena, esa maceración se realiza en depósitos de acero.

El “único” tiene un complejo y larga elaboración. Después de las fermentaciones (maloláctica en madera y alcohólica), el vino permanece dos años en barricas de roble francés, pasando el vino a recipientes más antiguos durante cinco años más. El cuvée de este vino es de tinta del país (siendo la mayoritaria) Cabernet Sauvignon, Malbec, Merlot y un 3% de albillo (uva blanca) que le aporta finura. Después de la larga crianza, el vino se embotella sin filtrar, debiendo ser afinado en botella durante tres años más. Después de once años, el vino sale al mercado, siendo objeto de coleccionismo por muchos aficionados a este mundo.

Esta bodega tiene una “subbodega” o una segunda bodega, que se llama Alión. Un vino de una gran calidad a un precio más razonable y asequible para los que no nos podemos permitir ciertos lujos.

. Pingus

Gran parte del esplendor de la ribera del Duero se debe a pingus, ya que es el vino más cotizado de España o lo que es lo mismo, el más caro.

Peter Sisseck es el culpable de este vino, con su influencia en tierras francesas. Descubrió unos terrenos en la Horra, la cual estaba sembrada con viñas viejas y con los mejores suelos de toda la ribera del Duero.

La elaboración de este vino se puede decir que está hecho a mano, puesto que se vendimia y transporta a la bodega en cámaras frigoríficas. Las señoras seleccionan en la mesas de selección las mejores, por tamaño y salud, y se sigue aplastando ligeramente la uva con los pies.

Pingus fue el primer vino en entrar en las guías de los grandes, mundialmente hablando, y eso supone que se pagan precios elevados por conseguir una de sus botellas (solamente salen unas 7.000 Bot.). El que no consigue una de ellas, trata de comprar una de Flor de Pingus, el segundo vino de la bodega.
Toro

Toro fue reconocida como D.O. en 1987, pero en el siglo XIII ya elaboraban vino. La variedad de uva es la tinta de toro, la cual abarca el 90% de plantación y después están la malvasia y garnacha. Esta variedad se adapta a las exigencias climáticas de la zona, clima cálido, árido, nivel alto de solación, falta de agua y con suelos bastantes pobres en vitaminas.
Todas estas condiciones hacen que después los vinos sean rotundos y potentes. Pero lo cierto es que muchos enólogos y bodegas han empezado a adquirir terrenos y cepas para empezar a elaborar vino en la zona, puesto que tiene un gran futuro.

La uva de esta zona suele dar vinos con notas frutales, guindas en licor, con carnosidad, tánicos, corpulentos y con un alto color. Pero uno de los defectos es su evolución rápida en botella, puesto que la uva madura rápidamente en primavera por su insolación y no está equilibrada. Para suavizar los vinos, hoy en día, se están añadiendo pequeñas cantidades de uva garnacha para así aportarle más suavidad y frutas.

Cigales

Es la D.O. más pequeña de Castilla León, estando situada muy cerca de Valladolid y
con una superficie de 3.000 hectáreas.

Los suelos son muy buenos para la práctica de la viticultura, puesto que tienen un alto contenido de calizo. Con climas cálidos, inviernos fríos y con heladas, que hacen que las distintas añadas sean diferentes entre sí.
Los vinos clásicos de esta zona son los rosados, los cuales son de gran calidad, pero ahora están apostando por la elaboración de tintos, vigorosos, pero que se beben fácilmente. Los rosados se elaboran con las uvas albillo, verdejo, viura y con las tintas tempranillo y garnacha. Estos vinos tienen una pequeña crianza en madera, saliendo al mercado en su segundo año.

Pero la apuesta principal son los tintos, con las variedades tempranillo y garnacha, elaboran unos vinos con el cuerpo potente de toro, pero con un bouquet de Ribera. Mezclan los taninos con las frutas de una forma magnífica. Pero lo cierto es que cuesta encontrar vino de calidad de esta zona, aunque los hay, puesto que existen unos pocos productores elaborando vinos magníficos.

 Bierzo

Bierzo es la D.O. de León, con climatología menos dañina que en el resto de Castilla y también menos lluviosa y húmeda que Galicia.

Los vinos del Bierzo son más sedosos que poderosos, con frescura, taninos suaves y elegantes. Estas son las características de los vinos gracias a un suelo de granito, pizarra y arcilloso.

Antiguamente, nadie quería estos vinos suaves, por ser muy ligeros, pero con los nuevos elaboradores y la evolución de la uva mencia, estos vinos cambiaron. La suavidad de la boca nos hace pensar que son vinos planos, pero no es así, si buscamos más podemos encontrar vinos complejos con una sutileza en la boca, que es difícil de apreciar, terruño, cueros, minerales, frutas y especias.

La madera es un componente importante en los vinos, puesto que la mencia es una uva tierna y necesita un roble moderado para que pueda aguantar el paso, aunque sea mínimo.

Rueda

Rueda, donde los vinos blancos son los reyes. Situada dentro de Valladolid, Segovia y Ávila. Abarca casi la totalidad de las ventas en vinos blancos y a precios aún moderados.

Aquí también se elaboran vinos parecidos a los del marco de Jerez y se etiquetan bajo el nombre de Dorado Rueda, siendo vinos rancios y los Pálidos Rueda que están desapareciendo.

Pero la gran baza de esta zona son los vinos blancos, con la variedad verdejo. Son vinos de color pálido, aromas a frutas, elegante, complejo, frutos verdes, melocotón, pera, herbáceos, almendra, anises, con notas balsámicas y sobre todo fruta exótica. En boca son vinos frescos, grasos, con buena acidez y con notas amargas al final.

También se elaboran vinos fermentados en barricas, haciendo que los aromas se transformen a notas más tostadas y lácticas, pero que aún no han dado todo su esplendor.
También existe la uva Sauvignon, dando vinos florales y con notas de piña, cítricos. Con la boca más triste que la verdejo, puesto que los aromas se quedan cortos en la boca y con poca permanencia.

Galicia

Galicia es una región con una naturaleza espléndida, con una gran vegetación, situada en el noroeste de la península, con gran influencia celta y con parentesco portugués y ¿quién no ha oído hablar de las meigas? Toda esta influencia nos hace ver Galicia como si estuviera estancada en la antigüedad, aunque siendo totalmente lo contrario a la realidad, donde los recursos propios invaden esta comarca.

Pero lo que realmente nos interesa son sus vinos, los cuales debemos valorar por todos sus logros en comercios nacionales e internacionales, con gran popularidad, no sólo por un trabajo de marketing, sino también por su calidad.

Después de la filoxera, esta región apostó por la cantidad, dejando la calidad de los vinos, pero el gran trabajo de los viticultores en los últimos 20 años reparó esa fama, dejando de lado las estructuras agrarias y medievales en la elaboración, para pasar a las técnicas modernas en la elaboración y en las bodegas.

En esta región tenemos cuatros denominaciones: ribeiro, ribera sacra, Valdeorras y como no la Rías Baixas con un gran albariño. Con una producción anual de más de un millón de hectolitros.

Las lluvias son continuas, dando mucha fertilidad a la tierra. Dicha fertilidad hace que se realice vino en todos los rincones de Galicia, pero la gran mayoría son vinos mediocres, sin defectos pero sin virtudes. Pero esos mediocres no pueden compararse con la originalidad de otros donde son imagen de modernidad y novedades, donde nos sorprenden con sabores y aromas nuevos todos los años.

Estas novedades se realizan desde mediados de los años ochenta, cuando se empezaron a crear las D.O. y así poder legislar la calidad y cantidad de producción en las viñas.

Las D.O que existen en Galicia son la archiconocida (mejor dicho archiconocida la uva y no la D.O.) Rías Baixas con su uva albariño, la Valdeorras con la godello, el Ribeiro con sus vinos históricos y la Ribeira sacra con su mencia.
Aunque las uvas más conocidas en estas zonas son la albariño, la mencia y la godello, no podemos olvidar ni dejar de lado la treixadura y la torrontes. Típicas uvas de Galicia con una gran calidad y donde las uvas extranjeras no son bienvenidas por su mala adaptabilidad. Algunas de estas variedades son tradicionales en la comarca, pero son bastantes escasas.

La enología de esta zona es una de las más interesantes en España cuando hablamos de D.O., puesto que es “nueva”. Se ha ido poniendo poco a poco al día en el mercado, sin añadir una subida de precios excesiva, ya que la región no lo aguantaría en comparación con otras zonas.

Esta región cubre una parte de Orense (ríos Miño, Avia y Arnoia) con un clima templado, con mucha lluvia, pocas horas de sol y con suelos fértiles, siendo la única que ha tenido una cierta fama y reconocimiento.
La razón de esta fama la tienen las tabernas antiguas, donde ponían este vino acompañando sus platos típicos. Era un vino turbio y de elevada acidez (totalmente casero). En estos tiempos la calidad se ha conseguido, gracias a la utilización de las variedades autóctonas (que comentamos en el siguiente párrafo) por delante de la palomino, utilizada en la zona después de filoxera, no por su calidad, sino por su gran productividad.

Esta comarca elabora una gran variedad de vinos a distintos precios. Desde blancos jóvenes con gran calidad, hasta tintos correctos sin más e incluso existen vides prefiloxéricas de variedades treixadura, lado, torrontes loureiro… antiguamente se elaboraba mucha uva palomino, aunque hoy en día apuestan por las variedades autóctonas como las ya mencionadas.

Cuando hablamos de un vino “xoven”, son interesantes un color amarillo paja, con unas notas de azúcar, acompañadas de una ligera notas de carbónico y una acidez un poco elevada, porque contribuyen a que sea un vino con bastante armonía, fresco y agradable. Con unos aromas a manzana verde, flores y boca refrescante.
Por el contrario, si nos referimos a vinos con algo de crianza, los aromas son aún más intensos si cabe. Los frutales son más potentes, vegetales como anís o menta, con una boca sabrosa y elegante. Sin olvidar la acidez elevada y fresca que es patrimonio de esta zona. A pesar de que la crianza en madera, no es posible, nos referimos a una estancia como máximo de tres meses, aunque tenga una buena acidez.

De las uvas autóctonas, la más interesante es la treixadura, con poca producción, maduración tardía y con necesidad de un terreno húmedo, puesto que las zonas secas no llega a madurar. Es la base de todos sus vinos, porque aporta unas pinceladas aromáticas bastante interesantes, aunque resulta una uva escasa.

La loureiro es otra uva que destaca con sus blancos ligeros, con bastante productividad y maduración fácil. Aunque existen pocos vinos elaborados solamente con esta uva, podemos detectar aromas de flores y vegetales, pero poco intensos, dejando en boca un amargor típico de esta uva,

La torrontés es una uva que se puede encontrar en otras partes de España, (imita muy bien los aromas a la Moscatel, siendo más barata). Aunque esta uva con la caiño y lado no participan en muchos vinos de la zona, están siendo estudiadas para un futuro.

Si hablamos de tinto debemos de hablar de vinos tristes, con una acidez elevada, rústica y simple, donde los bodegueros tienen un gran trabajo.

Podemos decir que la especialidad en esta zona son vinos blancos y jóvenes.

Valdeorras

Situada en el interior, en Orense también, tiene una superficie de 1500 hectáreas y se puede decir que tiene frontera con el Bierzo leonés. Tiene un clima más soleado, casi mediterráneo, con lluvias razonables. Los suelos son de pizarra en laderas y las praderas son más de arenas.
También conocida antiguamente como vino vulgar, puede presumir hoy en día de ser una zona con vinos blancos y tintos de igual calidad, siendo la única en Galicia, con elaboración de tintos de calidad.
La uva por excelencia en esta zona es la godello, (la cual fue redescubierta hace pocos años). No puede competir con otras uvas gallegas en el tema aromático, pero es una uva que da unos vinos con más cuerpo, aromas a lima, cítricos, frutos secos y minerales, con mayor estructura, donde su mayor cualidad se ubica en la boca, donde son vinos más glicéridos, equilibrados y bastante persistentes. Estos vinos, con esta uva, son los únicos en Galicia que soportan una fermentación en barrica.

Si hablamos de tintos nos tenemos que detener en la uva mencia, que es la variedad que aporta más cualidades organolépticas en esta zona, pero que veremos más detenidamente cuando veamos el Bierzo.

 Ribeira Sacra (Ribera Sagrada)

Las condiciones climáticas de esta zona son relativamente favorables para la viticultura, con lluvias moderadas y con una buena cantidad de horas de sol.

La producción de tinto en esta zona, es del 75% de toda Galicia, siendo la mencia la que daba vinos elegantes y con personalidad. Daban vinos con un estilo ligero, con tonos afrutados, sabores de regaliz y fruta macerada, sin adaptarse a la madera.

Digo “daban” porque esta uva ha quedado en minoría frente a la garnacha tintorera, la cual no termina adaptándose bien al clima. Esta variedad suele dar vinos con tonos de frambuesa o moras, con flores, balsámicos y regaliz.

Esta variedad se sustituyó por la mencia, por su gran comportamiento con el roble, puesto que acepta muy bien la crianza, y es una variedad reductora. Esta cualidad hace que con el tiempo, en botella, tenga aromas a lácteos y cueros, siendo el roble el factor equilibrante, con una ligera oxidación, favorece el equilibrio de las cualidades.

Un buen tinto de esta zona es un vino fresco, con unos aromas y sabores delicados, balsámico, que hacen que notemos unas notas frutales.

Las uvas blancas de la zona son el albariño y la godello, siendo vinificados con otras
variedades y dando vinos de una calidad relativa e inferior a otras zonas.

 Monterrei

Esta es la más joven D.O. de las gallegas, con una personalidad propia que la diferencia notablemente.

Zona pegada a Orense (por el interior), siendo una llanura, y la temperatura es más cálida que en las zonas de la costa.

Con predominio de las uvas blancas autóctonas como la doña blanca, godello y treixadura, sobre las tintas mencia y bastardo. Aunque existiendo aún pequeñas zonas donde elabora la palomino.

Destacando los vinos blancos suelen ser vinos frutados, con cuerpo y buena acidez, pero sin armonía, existiendo pocos vinos de calidad en la zona, aunque alguna vez nos podemos llevar una sorpresa, puesto que es una zona, donde están aumentando la calidad de los vinos blancos a una gran velocidad y superando a los de la Ribeira sacra.
Rías Baixas

Esta denominación nació para amparar algunas de las elaboraciones más conocidas y que estaban olvidadas. Estas elaboraciones eran los albariños del condado de tea, salnes y el rosal, donde se elaboraban vinos de mesa, considerados vinos nobles y con una calidad elevada, la cual no existía en España, ni en Europa, un vino blanco joven de esa calidad.

Esta D.O. ampara cuatro comarcas, Val do Salnes, Condado do Tea, O Rosal, Soutomallor, Ribeiras do Ulla. Todas ellas situadas en Pontevedra y con la misma climatología, Atlántico, temperatura templada, con insolación y bastante humedad, con suelos bastantes variables, pero generalmente fértiles.

Hasta hace relativamente poco (25 o 30 años), se realizaban vinos en cooperativas, que compraban uvas a los viticultores, con la que elaboraban vinos blancos de poca calidad, toscos, oxidados que se vendían a granel.
Pero cuando se creó la denominación, los empresarios de la zona empezaron a elaborar un vino blanco con una variedad de uva, que era desconocida para todo el mundo que no fuera de la zona, esa uva se llama albariño. La primera idea de la zona para crear una denominación fue llamarla D.O. albariño y que solamente se pudiera elaborar vino con esa uva, pero existían zonas en la comarca, donde elaboraban vino con mezclas de uva (como ejemplo el terrasgauda), decidiendo seguir con la tradición de la zona y le pusieron el nombre que recibe hoy día.

El albariño es la variedad que domina en la zona si un vino quiere recibir el nombre de la D.O., debe estar elaborado con el 70% de albariño, y según la zona, también con loureiro, caiño, torrontés o treixadura.

Aunque se cultiven otras uvas en la zona nos centraremos en la albariño, puesto que es la uva con más potencial.
Esta uva es una variedad con una producción media que se adapta al clima gallego y al norte de Portugal, donde necesita una humedad en el terreno elevada. Los colores de la uva van desde amarillo paja hasta oro, pasando por el pálido, con unos aromas fáciles de reconocer, a fruta madura, como la manzana, melocotón, membrillo, con tonos herbáceos, fresco, flores y algo de miel (muy aromáticos, con aromas agradables), aunque los de la zona del rosal, vienen a ser más vegetales, con aromas que recuerdan a árboles de la zona. En la boca suelen ser vinos, amplios, suaves y con notas de glicerina. Con notas de carbónico que le dan una suavidad que agradecemos y con la acidez elevada pero justa, para equilibrar todos los sabores.

País Vasco,

el reino de la txakolí. Este vino o uva no sería un vino conocido si no fuera por el boom de los cocineros vascos, los cuales han sido abanderados de este vino.

Los viñedos se componen de las uvas hondarribizuri (blanca) y hondarribibeltza (tinta). La blanca (zuri) es la más abundante y es con la que elaboran la mayoría de los vinos, aunque está permitida la mezcla de uvas. Estas uvas no llegan a madurar bien, pese a que las condiciones climatológicas son fenomenales.

La mayoría de los txacolí son blancos, algunos rosados y escasos tintos. Tienen un bajo contenido de alcohol, con acidez elevada, con una boca bastante leve, plano, con una punta de carbónico. El vino se sirve como si fuera una sidra, se vierte el vino desde cierta altura, según marca la tradición. De esta forma se acelera la aireación del vino y que los defectos aromáticos no sobresalgan demasiado.

Los chacolís con denominación son tres: el de Guetaria, Vizcaya y el de Ávila. Aunque éstas son las zonas y las uvas son las hondarribis, tienen permitidos elaborar sus vinos con algunas uvas del sur de Francia como la petit o la petitmanseng.

Es un vino difícil de encontrar fuera de sus comarcas, aunque son vinos de no muy alta calidad,

Cataluña

Cataluña es punta de lanza por su fama y sobre todo por la elaboración de un espumoso denominado cava
La comunidad catalana contiene diez D.O. y una D.O.Ca que es el priorato. De las diez D.O., podríamos decir que tenemos nueve “normales” y una que abarca la comunidad, la cual fue creada para abarcar todos los vinos de la zona, pero por cuestiones de exigencias o geográficas de las otras D.O. no pertenece a ninguna. Otras zonas tienen vinos de la tierra, pero aquí prefirieron realizar esta D.O., una cuestión confusa, pero para que se entienda, sí realizó un vino con una variedad que no está permitida en la D.O.Ca Priorat, puedo estar en la de Cataluña y si compro la uva en muchos sitios, también puedo pertenecer a esta D.O. con el simple hecho que elabores vino en Cataluña, ya puedes pertenecer a esta D.O. bajo mi opinión es un engaño, puesto que una D.O. debe pedir una calidad y no una simplemente que estés empadronado, solamente tenéis que buscar las variedades con la cual se puede elaborar vino en esta zona.
El clima es muy variable entre las zonas, igualmente los suelos, donde van desde llanuras hasta las terrazas.
Las denominaciones son: Empordá-Costa Brava; Plá de Bages; Alella; Penedés;
Costers del Segre, Conca de Barbera; Tarragona; Montsant; Terra Alta; El Priorato.
Empordá-Costa Brava
Esta zona fue la cuna de la viticultura española, con una superficie de 3.000 hectáreas. Se elaboran vinos dulces naturales, con la variedad garnacha, pero también vinos añejos y con gran contendido de alcohol.
Se quedaron atrás cuando empezó la revolución en el vino, pero gracias a la aceptación de uvas francesas y a la garnacha, consiguieron elaborar vinos modernos con un potencial alto de aromas.

Plá de Bages

Esta región cuenta con tan solo 500 hectáreas de viñedos cerca de Manresa. Su antigüedad consta desde 1995, puesto que anteriormente a esta fecha sus uvas las vendían para la elaboración de cava.
Las variedades que utilizan son Cabernet, Merlot y tempranillo, realizando vinos tintos bien equilibrados, influidos por el clima mediterráneo, sin ofrecer más cualidades que el estar bien elaborados. Tienen mucho trabajo por delante.

Alella
Esta D.O. se sitúa muy cerca de Barcelona, pudiendo ser absorbida por ésta por el avance de la ciudad.
Alella elabora vinos blancos con las variedades Chardonnay y xare-lo. Ofreciendo vinos frescos, suaves con un toque mineral, siendo éstos la especialidad. También elaboran vinos tintos, pero con peor calidad que los blancos, no teniendo ni virtudes ni defectos y elaborados a partir de las uvas tempranillo.

Penedés
Esta zona se hizo famosa gracias a la gran demanda que consiguieron sus vinos a granel, después de la filoxera. Sus tintos potentes se hicieron famosos, pero con el empuje del cava, las uvas tintas se quedaron atrás para dejar sitio a las blancas. Alella se divide en tres subzonas: el bajo Penedés, alto Penedés y Penedés central, aunque no tienen influencia como ocurre en la Rioja.
Los vinos que se elaboran en esta zona son vinos suaves, golosos y jugosos. Los blancos aromáticos y apetecibles.

Costers del Segre

Es la única que se sitúa en Lleida, recibiendo su nombre del río Segre.
Esta zona es una de las que la climatología es extrema, temperaturas altas, insolación continua, acompañada de escasas lluvias. El terreno tampoco es que fuera bueno para la plantación de viñas, suelos desérticos y con gran salinidad. Pero el grupo Codorniu creó la iniciativa y empezó a plantar viñas.
La mayor parte de la superficie plantada está en el río Corb y les Garrigues, siendo de
variedades garnacha y ull de llebre, aunque conviviendo con otras francesas.
Por lo extremo que es el clima y el suelo, podemos suponer como son los vinos. Vinos potentes, duros y con una alta cantidad de alcohol.

Conca de Barberá

Esta D.O. cuenta con más de 4.000 hectáreas, pero la gran mayoría de sus uvas las venden para la elaboración de cava. Por este motivo la mayoría de uvas plantadas son de las variedades macabeo y parellada, pero también existen uvas tintas como cabernet y pinot noir.
Es conocida por sus vinos blancos jóvenes, siendo éstos algo minerales, con un gran aroma a frutas y muy fresco. Como he dicho antes, se embotella muy poco y la gran mayoría de estos vinos son base para el cava.

Tarragona

La zona de Tarragona era considerada como vinos suaves, sólidos y cálidos, una gran cantidad de alcohol que no nos dejaba notar otras cualidades. Por suerte, estos vinos, fueron evolucionando y consiguiendo un mayor equilibrio del alcohol.
La mayoría de productores de la zona son cooperativas y crean vinos suaves y cálidos, pero con un perfil moderno y simples. Aunque merece una mención especial, que no podéis dejar de probar, sus vinos generosos de licor, elaborados con garnacha blanca.

Montsant

Con 2.000 hectáreas de plantación, los viticultores cultivan uvas tintas como garnacha, ull de llebre y cariñena.
Pegada al Priorato produce vinos de una alta calidad, con un cierto parecido. Con vinos poderosos de gran color, profundos en nariz y boca, con una permanencia elevada.

Terra Alta

Quizás sea la denominación más desconocida Cataluña, aunque no sea la más pequeña. Cuenta con una extensión de más de 8.000 hectáreas, con uvas blancas macabeo, garnachas y cariñena en tintas.
Los vinos que se elaboran en la zona solían estar crudos, como si les faltaran botellas, pero con las nuevas técnicas y la utilización de la tempranillo hacen que sus vinos sean más suaves, pero con potencia. Los blancos suelen ser finos y con muchos perfumes.

El Priorat

Esta D.O.Ca puede que sea la que ha experimentado un crecimiento mayor, tanto en calidad como económicamente, puesto que es donde se juntan los vinos más caros españoles.
El primer productor importante que pensó que esa zona podría tener futuro, fue Rene Barbier, el cual elaboró el clos Mogador, después le siguieron Carlos Pastrana y Josep Lluís Pérez. Aunque ninguno se puede acercar al gran impulsor del vino en el Priorat. Estamos hablando de Álvaro Palacios, el productor de l´Ermita. Cuando elaboró este vino, dijo que era su mejor vino y lo sacó con el precio más alto de España. Esto hizo que todos los vinos del Priorat, subieran sus precios y los dueños de los terrenos con uvas, empezaron a vender uvas a un precio tres veces por encima de su valor históricamente.
La gran particularidad de esta zona son los suelos, situados en laderas de las montañas, colinas empinadas y de difícil plantación. Estos suelos solamente se pueden plantar, recoger y tratar a mano, puesto que no existe ninguna máquina que pueda mantenerse en dichas colinas, por su inclinación.
Los suelos son de pizarra, dando una producción mínima, puesto que la raíz se debe introducir partiendo la pizarra para encontrar agua, por lo cual no se supera los 2.000 kg por hectárea.
Los vinos son concentrados con notas cálidas, abundante fruta y minerales, con un contenido de alcohol alto, trabajando sobre todo la garnacha, aunque está muy presente la syrah.

Islas Canarias

Las Canarias están divididas en ocho denominaciones: la palma; el hierro; tacoronte- acentejo; valle de Guiomar; valle de la Orotava; Ycoden-Daute-Isora; abona y Lanzarote.

La isla es una de las pocas que se libró del ataque de la filoxera, por lo que sus viñas son un gran patrimonio, deseadas por muchas bodegas. Las variedades, son la gran mayoría autóctonas, con nombres típicos de la zona, como son marmajuelo, gual, baboso, vijariego. Pero las tintas nos son más conocidas; listan negro y negramoll. Aunque quizás las más conocidas sean las blancas listan y Malvasia.

Sus vinos son tan diferentes como sus zonas, pues pueden ir de los blancos jóvenes hasta los dulces, pasando por los tintos.

La Palma: elaboran vinos según métodos tradicionales, madurando en barrica de roble canario, adquiriendo un ligero toque de resina.

El Hierro: vinos blancos, de uva viriega. Tiene un efecto suave, acompañado de
flores. Se vende a granel.

Tacoronte-acentejo: la más grande y con más tradición. Vinos jóvenes y frutales, con poco cuerpo.

Valle de Guiomar: la mayoría de la plantación es de uvas blancas. Elaborando vinos blancos, fruta exótica como la papaya y con elevada acidez.

Valle de la Orotava: elaboran vinos blancos y tintos, siendo éstos suaves, frutales y poco complejos.

Acoden-Daute-Isora: con una gran variedad de tipos de vinos por el clima cambiante de una vendimia a otra. Podemos encontrar vinos suaves y frutales con vinos potentes y tánicos.

Abona: son los mejores vinos tintos jóvenes de Canarias. Frutales, carnosos y con una acidez que delata la posible evolución de sus vinos.

Lanzarote: elabora vinos con moscatel y malvasia, con una gran cantidad de azúcar. Especializados en vinos dulces.

Como vemos, se elaboran vinos de todos los perfiles, pero lo auténtico de estas comarcas son los vinos dulces naturales. Siendo espectaculares los vinos de moscatel o malvasia y su contenido de azúcar, puesto que la vendimian muy madura. Teniendo un equilibrio natural entre dulce, ácido y fruta, con toques de salinidad, que nos indican la cercanía del viñedo al mar.

Levante (Valencia y Alicante)

Las zonas del Levante siempre fueron zonas de exportación, con un argumento de una calidad media, a precios muy baratos, pero eso ya no es así. Estas zonas son un gran potencial de calidad con la variedad de uva monastrell.

Estas bodegas, que elaboraban vinos mediocres, han dado un salto de calidad enorme, apostando fuerte por el alza del sector de la calidad, pero con un precio asombrosamente barato, en comparación con otras zonas. Gran parte de culpa la tienen las zonas de Murcia (Yecla, jumilla, bullas) con el apoyo de las valencianas, puesto que han estado investigando un largo tiempo, pero que ahora ven recompensado su esfuerzo.

La culpa la tiene una variedad de uva, la monastrell. Casi la totalidad de la plantación de esta variedad de uva se concentra en esta zona, aun siendo (dicho por expertos) la uva con más futuro de las que se conocen hoy día, los mosto que da la uva tienen gran color, con taninos interesantes, con una textura en boca agradable, poderosos pero equilibrados, acidez justa, con un toque goloso, gran sabor y aromas balsámicos que nos deja con ganas de más.

Esta zona la componen las siguientes D.O:

. Valencia

Las variedades blancas son la moscatel y mercegera. La tinta es la monastrell. Los vinos blancos tienen un tono afrutado, lima, manzana, teniendo que ser consumidos jóvenes. Lo mismo pasa con los vinos tintos, que no son vinos para que reposen en botella. Esta denominación es la menos importante y muchos de los vinos que no pueden entrar en otra D.O., entran en ésta.

 Utiel-Requena

Situada al oeste de Valencia, con una superficie de 32.000 hectáreas y casi con la
totalidad de uva bobal.

Esta uva se destina para el refuerzo de otros vinos, para vinos jóvenes o rosados, puesto que esta uva contiene pocos taninos al ser vendimiada antes de tiempo, por temor de una helada. Por ese motivo, no podrían ser nunca uvas para la crianza en barricas. Los vinos que se elaboran tienen aromas de bayas, pero con aromas de verdor y muy concentrado.

 Alicante

Esta zona situada al norte de la capital, en ella crecen uvas moscatel expuestas a las heladas de enero y febrero.

Por las altas temperaturas que se dan en la zona nunca se han cultivado uvas tintas para vinos de calidad, aunque esta afirmación está cambiando lentamente, en la que destacan vinos elaborados a partir de uvas syrah y monastrell, siendo los vinos golosos, pero que están dando un buen resultado con la crianza.

Esta zona es conocida por sus elaboraciones de moscatel. Primeramente la mistela, siendo un vino que ha tenido una adición de alcohol vínico, sin que fermente y de esa forma dejar los azucares de la uva, pero actualmente la uva de deja macerar en frío, con una fermentación parada por alcohol.

Sin embargo la verdadera reliquia y joya de esta zona es el fondillón. Este es el vino clásico de esta zona, aunque estuvo un tiempo perdiéndose, ha vuelto a ponerse de moda en algunos establecimientos.

Es un vino dulce natural, que se elabora con la variedad monastrell procedente de vendimias tardías y que se deja madurar ocho años, alcanzando una complejidad ideal para tomarlo con los postres.

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