Afortunadamente, actualmente se está fomentando el consumo moderado de vino como factor cultural y a
la vez saludable. En los países de tradición vinícola como son casi todos los de la cuenca mediterránea:
Portugal, España, Francia, Italia, Grecia…, el vino siempre ha formado parte de la vida cotidiana de sus
habitantes:
En un principio como sustento energético, aporte calórico necesario para el trabajo, posteriormente como objeto
de disfrute, sobre todo actualmente. Pero casi siempre nos hemos ceñido a beber vino, buenos y menos
buenos, sin más…
Esto es un hecho importante en sí, que se consuma vino, pero es en su mayor conocimiento donde radica el
máximo disfrute de todo lo que el vino nos puede proporcionar, que es mucho.
¿Qué es el conocimiento básico del vino?:
Saber de qué uvas procede, de qué zona, qué tipo de vino es, a qué temperatura hay que consumirlo…, todos
estos datos ayudan a que disfrutemos plenamente del vino pues son los datos que hacen a unos vinos
diferentes de otros, a partir de ellos hacemos comparaciones y vemos la gran diversidad de posibilidades, de
tipos, de formas de elaborarlo, que existen.
A la hora de consumir un vino, no se trata de beberlo, NO. Se trata de degustarlo, se disfruta del color, del
aroma, además del sabor en boca de ese vino.
En el vino, como en muchos ámbitos de la vida, en la variedad está el éxito, y es fundamental que la persona
que los prueba tenga amplitud de miras y mentalidad abierta para ir asimilando lo nuevo que va probando sin
ningún tipo de prejuicio, pues es esta gran diversidad de tipos de vino y de diferentes características de estos lo
que hace que sea un mundo apasionante en el que poder profundizar poco a poco.
Alguien dijo: “Uno de los parámetros fundamentales para determinar el nivel cultural de un pueblo es el
conocimiento que éste tiene de sus vinos”.
Por otro lado es un hecho constatado el fomento de la amistad, de la elocuencia, desinhibición y apertura
hacia los demás que nos proporciona el vino siempre que éste sea bebido moderadamente. ¿Cuantos tratos
comerciales se cierran con un apretón de manos y un vaso de vino?; ¿En que celebración, del tipo que sea, no
está presente el vino?
En la buena difusión actual de la cultura del vino han colaborado los estudios científicos que avalan al vino
(sobre todo al vino tinto) como saludable cuando es consumido con moderación. Ya no es extraño que
nuestro médico de cabecera nos aconseje una o dos copas de vino tinto en las comidas de diario, sobre todo
por sus demostradas propiedades cardiosaludables.
Por todo esto, desarrollaremos a continuación este curso cuyo objetivo es familiarizar al alumno con los
conocimientos básicos necesarios para introducirse en este apasionante y complejo mundo de la
vitivinicultura, que ha acompañado al hombre durante los últimos miles de años.
Lección 1ª Definición del vino: Tipos
VINO.- Es la bebida obtenida de la fermentación alcohólica, total o parcial, del mosto de uva o de las uvas
mismas. Con esta definición descartamos que existan vinos que no sean procedentes de uvas:
No existe el vino de peras, ni de cerezas…, esos son nombres inapropiados que es frecuente encontrar en los
más diversos lugares.
TIPOS DE VINO.- Existen diferentes clasificaciones para los vinos, nos centraremos en las tres que creemos
más prácticas y generales:
1.- Clasificación General: es la más usada y la más importante. Clasifica a los vinos según su forma de
elaboración, abarcando todos los tipos posibles.
2.- Clasificación por Edad: basada en diferenciar los vinos por sus periodos de reposo en bodega antes de salir
al mercado.
3.- Clasificación por Grado de Dulce: el contenido en azúcares del vino determina su encuadramiento. Es usual
en vinos generosos y espumosos.
1.- Clasificación General:
a) Vinos tranquilos:
BLANCOS, ROSADOS, TINTOS
Su contenido alcohólico oscila entre un mínimo de 9º y un máximo de 14.5º. Generalmente son secos. Su
proceso de elaboración guarda muchas características comunes. Por su importancia a nivel de consumo
mundial de vinos, definiremos los tres tipos de vinos tranquilos:
BLANCO.- Es el obtenido a partir de uvas blancas. Aunque es poco frecuente, también puede ser obtenido a
partir de uvas tintas de pulpa no coloreada a las que se les separa el hollejo (piel de la uva, parte externa,
cubierta).
TINTO.- Es el obtenido a partir de uvas tintas a las que no se les ha separado los hollejos.
ROSADO.- Es el obtenido a partir de uvas tintas a las que se les ha separado parcialmente los hollejos.
También puede provenir de mezcla de uvas blancas y tintas.
b) Vinos especiales:
GENEROSOS, LICOROSOS GENEROSOS, DULCES NATURALES, MISTELAS, ESPUMOSOS
NATURALES, GASIFICADOS DE AGUJA, ENVERADOS, CHACOLÍS
DERIVADOS VÍNICOS: vinos aromatizados, vermuts, aperitivos vínicos.
Suelen ser dulces o semidulces, hay pocos secos, y frecuentemente con un elevado contenido alcohólico,
que en muchos casos es de adición. Su proceso de elaboración suele ser muy diferente de unos tipos a otros.
2.- Clasificación por edad:
a) Vinos Jóvenes:
Son los que no han tenido ningún tipo de crianza en madera o esta crianza ha sido mínima. Son vinos que
conservan mucho las características varietales de las uvas de las que proceden y de consumo ideal en los 1224
meses después de la vendimia. Es frecuente encontrar a los tres tipos (blanco, rosado y tinto) como vinos
jóvenes.
b) Vinos de Crianza:
Han pasado un mínimo de crianza entre madera y botella. Son vinos que desarrollan, además de las
características varietales de las que proceden, otras características organolépticas debidas a este periodo de
envejecimiento. Su consumo ideal varía dependiendo de varios factores, pero por lo general es de más o
bastante más largo plazo que los vinos jóvenes (normalmente entre 3 y 10 años, aunque algunos aguantan
hasta 20). Los vinos de crianza, en su mayoría, son tintos aunque también hay muchos bl ancos y es raro
encontrar rosados. Dentro de los vinos de crianza, según la reglamentación de las denominaciones de origen
españolas, hay tres subtipos:
CRIANZA, RESERVA, y GRAN RESERVA. Cada Consejo regulador de las diferentes denominaciones de
origen (D.O.) establece unos periodos de tiempo determinados para cada categoría. Los periodos aproximados
de la crianza se mueven en estos márgenes:
CRIANZA.- Mínimo de seis meses en madera y hasta dos años en botella. Crianza será tanto el vino que tiene
un año en madera y otro en botella como el que tiene 18 meses en madera y 6 en botella.
RESERVA.- Mínimo de un año en madera y hasta tres años en botella.
GRAN RESERVA.- Mínimo de dos años en madera y hasta cinco en botella.
3.- Clasificación por grado de dulce: (*)
a) Vinos secos
Son aquellos que contienen < 5 gramos/litro azúcares.
b) Vinos semisecos
Son aquellos que contienen 5-15 g/l azúcares.
c) Vinos abocados Son aquellos que contienen 15-30 g/l azúcares.
d) Vinos semidulces
Son aquellos que contienen 30-50 g/l azúcares.
e) Vinos dulces
Son aquellos que contienen > 50 g/l azúcares.
(*) Son valores medios. Cada país, región o D.O. de vinos determina con exactitud en que horquilla se sitúa
cada tipo.