Italia

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Actualmente Italia es el mayor productor de vino en el mundo,

El producir vino en Italia es parte de la vida diaria de una gran parte de la población del país, aunque no es el mayor exportador ya que los italianos se beben una gran parte del vino que producen.

Las estadísticas sobre la industria del vino en Italia son sorprendentes

hay alrededor de 900,000 viñedos registrados, cerca de 20 regiones vinícolas, cerca de 1,000 variedades de uvas diferentes, mas de 300 zonas vinícolas clasificadas como DOCs (Denominazioni de Origine Controlata), 21 zonas clasificadas DOCGs (Denominazione di Origine Controlata e Garantita), y alrededor de 50,000 bodegas (de todos tamaños) produciendo diferentes tipos de vinos, gran parte de los cuales se producen para consumo local y no salen del país (muchos de ellos excelentes vinos artesanales y vinos de autor).

  Las regiones donde se cultiva el vino son : Pia Monte, Veneto, Friul, Toscana, Emilio Romaña, Puglia y Las Islas de Sicilia y Cerdeña.

Aunque los vinos italianos son conocidos y consumidos mundialmente, las uvas que regularmente se utilizan para producir esos vinos por regla general no se cosechan fuera de Italia. La uva que más se cosecha y utiliza en Italia es la Sangiovese, (es la utilizada para los vinos Chianti) seguida por la Nebbiolo (la que se utiliza para hacer los famosos Barolos). Otras uvas utilizadas pero menos conocidas son la Nebbiolo Aglianico, Dolcetto, Canaiolo, Garneaga, Trevino, Corvine, Nero d’Avola, y la Barbera, entre otras. Aunque existen cientos de variedades de uvas “criollas” éstas mayormente se utilizan como complemento de las uvas principales, o para producir vinos artesanales los cuales son consumidos localmente. Las uvas “internacionales” como la Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir, y otras, se cultivan en menor escala y se utilizan mayormente para mezclarlas con la Sangiovese o la Nebbiolo.

Sistema de Clasificacion

En 1963, el gobierno italiano instauró un sistema dedenominazione di origini, o denominación de origen, basado de forma aproximada en el sistema frandés de appelation controlée. Hasta hace poco, sólo un 10% de las enormes cosechas de vino italiano estaba regulado por leyes vinícolas. En la actualidad, la situación ha empezado a cambiar a medida que las reformas aprobadas en 1992, conocidas como la ley Goria, hacen efecto poco a poco e incorporan más vinos en las diversas categorías.

Categorías de calidad

El vino se divide en dos categorías : vino de calidad (DOCG y DOC) y vino de mesa (IGT y VdT). Denominazioni de Origine Controllata e Garantita (DOCG). Este nivel superior del vino italiano se inició como una forma más rígida de la DOC y como un reconocimiento de los mejores vinos italianos.Aunque se creó en 1963, la primera DOCG no fue otorgada hasta 1980, e inclusoa mediados de los noventa .Sólo 15 vinos han obtenido el estatus de DOCG.

Denominacione di Origine Controllata (DOC) Esta categoría se aplica a vinos elaborados de variedades de uva especificadas, cultivadas en zonas concretas.En cierto modo, la normativa de DOC sirve para preservar las tradiciones existentes (tradiciones establecidas durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial

Indicazione Geografica Tipica (IGT)Versión italiana de categoría francesa vin de pays. Los vinos pueden utilizar una descripción geográfica en la etiqueta seguida del nombre de una variedad.

Vino de Tavola (VdT) Esta es la clasificación más básica, y en la etiqueta no se puede hacer ninguna distinción geográfica o de variedad.

 Región vinícola de Puglia

Los vinos representan una de las tradiciones más antiguas de Puglia que únicamente, hoy, ha sido justamente revalorizada, gracias a la presencia de antiguas cepas de levadura utóctonas y al coraje de algunos productores que han sabido transformar la cantidad en calidad y han logrado, para los vinos de Puglia, un lugar apreciado en el panorama de los vinos italianos.

Sus excelentes producciones son el fruto del suelo calcáreo de la zona de las Murge, un clima ideal para su maduración y la concentración de las sustancias principales.

Puglia , en el sur de Italia, tiene muy buenas variedades individuales tales como: en uvas tintas la Negroamaro, la Primitivo, la uva di Troia y la Aglianico.
Puglia produce el 17% de todo el vino italiano.
La variedad Uva di Troya constituye la base de DOC Castel del Monte, Rosso Barletta y Rosso Canosa

Las cepas más conocidas son el Negroamaro y el Primitivo.
Entre las 25 producciones DOC de Puglia encontramos: el Locorotondo, el Martina Franca, el Lizzano, el Primitivo y si continuamos bajando se entra en la zona del Salento, reino del Salice Salentino.

Puglia produce 9 millones de hectolitros al año, lo que la sitúa, junto con Sicilia, a la cabeza de la producción vinícola italiana.

En Puglia se obtienen las mayores cantidades de vino de todo el país. En algunos viñedos se recolectan hasta 40 toneladas de uva por hectárea, cuatro veces mas del limite establecido para elaborar un vino de calidad. Por ello, no sorprende que solo un 2% de ellos obtengan la denominación DOC y que gran parte de la producción se destine a la fabricación de alcohol industrial, al concentrado de mosto o se venda a las grandes bodegas francesas y del norte de Italia.

En Puglia, la variedad mas extendida es la “Neroamaro”, que da lugar a los vinos con DOC Alezio, Brindisi, Leverano y Saleci Salentino. Estos vinos suelen ser muy oscuros, contienen muchos taninos (Neroamaro significa negro amargo) y tienen un sabor fuerte, en ocasiones áspero y rústico.

La variedad Primitivo se cultiva en aproximadamente 1,000 hectáreas. Se trata de una cepa de la que se obtiene un vino tinto opulento. Esta varietal se parece a una que se cultiva en California, bajo el nombre de Zinfandel, de la que se elabora un vino mas conocido y de mayor calidad, afrutado, elegante y con capacidad de envejecimiento.

Región vinícola de Brunello Di Montalcino

Montalcino, elevado sobre una colina, rodeada por un mar de arcilla y protegida por un muro de valles que la convierten en la zona más árida de la Toscana con apenas 500 mm de lluvia al año.

Aunque hace ya muchos siglos que se cultivan viñas, Montalcino no se situó en el mapa hasta los años sesenta, en el que llegaron rumores sobre un vino de una increíble longevidad. Era el legendario 1891 de Biondi-Santi, tal vez el vino tinto más longevo. Las uvas maduran muy pronto y es necesario un largo período en barrica a fin de moderar sus taninos. Montalcino tampoco es una zona del todo uniforme, en la zona norte el suelo tiene más galestro que arcilla, que junto a la altitud, nos da vinos con mayor acidez y un fruto más acerado y delgado que los del sur.

El renombre de que goza Brunelo proviene de un productor de Montalsino llamado Biondi-Santi que produjo el legendario vino de 1891 y que colocò a Montalsino en el mapa de vinos del mundo.

En uvas tintas Brunello es otro nombre de la Sangiovese de Chianti. Algunos productores también han llevado a cabo plantaciones experimentales con Cabernet.

En uvas blancas la Moscato Blanco se cultiva para producir el Moscatello di Montalcino. También se empieza a plantar Chardonnay y Sauvignon Blanc.

Desde 1888, las mejores uvas Sangiovese de Montalcino han sido destinadas a la producción del Brunello di Montalcino, uno de los vinos tintos más conocidos en el mundo.

Para su Brunello, Argiano selecciona las uvas de sus viñedos más nobles y procede a la crianza del vino en dos tipos diferentes de madera: el primer año, en barricas francesas (225 litros) para reforzar la estructura innata del vino, luego, al menos por otro año y medio, en toneles de roble de Eslovenia más grandes, a fin que los sabores de fruta concentrados empiecen a suavizarse apenas embotellado.

Según el enólogo de Argiano, la combinación de uvas concentradas y maduras fermentadas a temperaturas controladas cuidadosamente, junto con la crianza atenta en una selección de diferentes toneles de roble, produce vinos tintos que conservan la increíble potencialidad de crianza por la cual el Brunello di Montalcino es famoso, manteniendo los sabores lo más posible intensos, accesibles e invitantes.

Características organolépticas

El Brunello di Montalcino de Argiano es de color rubí intenso. Presenta una buena concentración en el paladar medio y un retrogusto persistente, aunque si con un cuerpo redondo y voluptuoso e interesantes taninos sedosos. Une potencia y elegancia y preanuncia un futuro prometedor.

Con sus fragancias fascinantes de frutos rojos y su frescura limpia, la complejidad de este vino muestra un equilibrio óptimo. Para gozar plenamente sus cualidades, decantar el vino al menos 1 hora antes de gustarlo.

Clima

Los viñedos de Argiano se benefician de un microclima favorable y una posición envidiable que contribuyen al crecimiento de las vides. El ciclo vegetativo y el período de maduración prolongados son resultado de la altitud del altoplano, 300 m. sobre el nivel de mar, que determina noches frescas en los meses de verano. Las precipitaciones moderadas de Montalcino favorecen una maduración mejor y más sana de las uvas, confiriendo al vino mayor concentración y fragancias.

Esta particularidad, junto con los vientos cálidos y constantes que vienen de la Maremma enfriando los racimos durante los días más calurosos de verano, permite una maduración más lenta de las uvas determinando condiciones generales favorables. Por último, la cercanía de Argiano al Monte Amiata, uno de las montañas más altas de la Toscana, que mantiene reparada toda la zona del mal tiempo. La unión de estos factores permite a Argiano producir cada año vinos de elevado perfil y vendimias constantemente buenas.

Vinificación

Las uvas Sangiovese se recogen generalmente entre finales de septiembre y mitad de octubre, según el tipo de suelo, de la exposición de los viñedos y de la situación climática. El mosto se deja fermentar en contacto con los hollejos en tinas de acero inoxidable a temperatura controlada durante dos o tres semanas.

El tiempo de fermentación varía de una tina a otra, según los viñedos de procedencia de las uvas. Una vez terminada la fermentación alcohólica, comienza espontáneamente la fermentación maloláctica, un proceso natural que transforma el ácido málico en ácido láctico y hace suave el vino. Esta segunda fermentación puede durar de algunas semanas a algunos meses, a causa de diferentes factores, como la temperatura de la cantina. Este proceso no sólo suaviza el vino, sino que le confiere mayor profundidad, complejidad y elegancia. La crianza del vino dura en total 4 años, de los cuales 2 y medio en toneles de roble. Antes de la venta en enero, se deja reposar el vino en la botella por otros 6 meses.

Región vinícola de Chianti

Todos los años, cerca de 35 millones de botellas terminan en el mercado mundial, producidas en 7.000 hectáreas cultivables de viñas, una décima parte del territorio, en el que se alternan bosques de encinas, olivos y cipreses, pueblos y castillos, entre las provincias de Florencia y Siena.

A pesar de que los expertos no se ponen de acuerdo, el origen más verosímil de la palabra “Chianti” parece ser la voz latina “clango”, es decir “hago sonar las trompetas”, evocando la antigua costumbre de hacer sonar los cuernos durante las batidas de la caza al jabalí.

El paisaje, explica la guía, se desarrolló en la Edad Media siguiendo las huellas de los primeros asentamientos etruscos y romanos, caracterizándose por el nacimiento de numerosas aldeas.

El nombre Chianti referido al vino aparece por vez primera en documentos del 1404. Su producción, que se hundió a comienzo del siglo XIX, cuando los consumidores europeos preferían los vinos franceses a los toscanos, fue de nuevo relanzada por el barón Bettino Ricasoli y se vio favorecida, a finales de ese mismo siglo, por la epidemia de filoxera que diezmó los viñedos italianos pero no afectó a los de Chianti, que, en 1924, formaron un consorcio “para la defensa de la denominación de origen”. Hoy, el Consorcio Chianti Classico Gallo Nero desarrolla una importante actividad de promoción en el exterior.

Para poder adherirse a la denominación Chianti Classico, el Consorcio recuerda que el vino debe respetar una serie de parámetros, además del del área de procedencia. Por ejemplo, el porcentaje de uva que tiene que ser entre un 75% y 100% de la casta sangiovese. O que las viñas sólo pueden entrar en la cadena productiva a partir del cuarto año después de su plantación. O el bajo rendimiento por hectárea. O que la comercialización del vino no pueda hacerse antes del primero de octubre del año siguiente a la cosecha.

La uva más importante es la Sangiovese (también llamada Sangoveto en la localidad). La Caraido Nero y la Mammolo también se utilizan a veces en Chianti, así como cantidades cada vez mayores de Cabernet y Merlot.

En uvas blancas la Trebano esta muy extendida,pero està disminuyendo a medida que la Chardonnay y la Sauvignon Blanc se ponen cada vez más de moda en los vinos varietales.

Región vinícola de Cerdeña

Cerdeña consta de cinco regiones (Gallura, Sassarese, Nuoresse, Oristanese y Cagliaritano).

Los vinos mas característicos de Cerdeña son rarezas tradicionales por cuanto Cerdeña fue famosa en el pasado tales como: el Vernaccia di Oristano, el Nasco. La mayor cantidad de vino de mesa cotidiano no tiene DOC.

En uvas tintas la Cannonau, la Monica y la Carignano son las variedades tradicionales más importantes.

En uvas Blancas la Torbato produce el mejor vino, pero la Nuragus representa la tercera parte de los viñedos. Otras variedades importantes son la Vementino, la Vernaccia di Oristano y la Malvasia Sarda.

En Cerdeña ha sobrevivido una de las formas de viticultura mas arcaicas de Italia, aunque también una de las mas ricas en cuanto a la variedad de cepas y de vinos. Son pocas las denominaciones de origen como Alghero y Vermentino di Gallura, que ofrecen una producción significativa.

A lo largo de los siglos, la isla ha recibido la influencia de las culturas mas diversas: en ella se asentaron los Bizantinos, Arabes y Catalanes. El legado Español en el cultivo del vino es incalculable y ha prevalecido hasta nuestros días. Esta herencia se manifiesta especialmente en las variedades tintas mas importantes de la isla como la Cannonau, la variedad española Garnacha, la Carignano (llamada también Cariñena) y la Vermentino.

Los vinos sardos son únicos. Allí tenemos los vinos Cannonau, el más conocido de la isla.

El Carignano, producido en Sulcis y en las islas de San Antioco y San Pietro. Es un vino con denominación de origen típico de la zona de Sulcis. También está el vino Malvasia, probablemente importado de Grecia en la época bizantina, se produce como vino con denominación de origen tanto en Bosa como en Cagliari.

Finalmente está el Mónica es un vino con denominación de origen del cual se tiene conocimientos en Cerdeña desde hace más de mil años. Existe la versión de Cagliari y la de Cerdeña. Ambos tienen un sabor seco, cálido, sabroso y agradable al paladar. Entre los más destacados.

Algunos Vinos Italianos

Cannonau
Es el vino más conocido de Cerdeña, obtenido en un viñedo de origen probablemente español, principalmente producido en la parte oriental de la isla. Vino con denominación de origen, de color rojo rubí y de sabor cálido, lleno y seco.

Carignano
Su producción se concentra en Sulcis y en las islas de San Antioco y San Pietro. Es un vino con denominación de origen típico de la zona de Sulcis. De un tono rojo rubí, tiene un sabor cálido y seco, con una graduación de 11,5 grados. Vino que acompaña maravillosamente los primeros platos, parrilladas, embutidos y quesos.

Malvasia
Probablemente importado de Grecia en la época bizantina, se produce como vino con denominación de origen tanto en Bosa como en Cagliari. Puede ser de diferentes tipos: licoroso dulce natural, licoroso seco, dulce natural, seco natural. Es un vino para degustar al final de las comidas acompañando a los postres o también a parte de las comidas acompañando a la repostería típica sarda.

Mandrolisai
Coge su nombre de la región en la cual se localizan los viñedos; es un vino con denominación de origen en sus diferentes tipos: tinto, tinto superior o rosado. Es un vino para tomar a temperatura ambiente y acompañando a los distintos y típicos platos de la cocina sarda.

Monica
Vino con denominación de origen del cual se tiene conocimientos en Cerdeña desde hace más de mil años. Existe la versión de Cagliari y la de Cerdeña. Ambos tienen un sabor seco, cálido, sabroso y agradable al paladar. La Monica de Cerdeña tiene una tasa de alcohol inferior con respecto a la de Cagliari: 13 grados el primero, 14,5 el segundo. El color de la Monica de Cerdeña tiende al granate con el envejecimiento, mientras que la de Cagliari, al anaranjado. Un vino como este se consume acompañando primeros platos y parrilladas de carne.

Moscatel
Se produce en varias localidades de Cerdeña. En sus varias clases, la graduación varia entre 13 y 15 grados. El color es amarillento, el aroma fuerte, el sabor lleno, cálido y más bien dulce. Se aprecia mejor si se acompaña con galletas típicas sardas.

Nasco
Vino típico de la provincia de Cagliari, producido como vino con denominación de origen en sus versiones dulce natural y seco, con un color amarillento, aroma y sabor delicado y ligeramente amargo. La graduación varía de los 13 a los 14,5 grados. Considerado un vino apropiado para degustar en cualquier ocasión, ya sea como aperitivo o bien como vino de postre, también se acompaña con quesos picantes.

Nuragus
De larga tradición en la provincia de Cagliari, está entre los vinos blanco sardos más extendidos. Es un vino con denominación de origen del color de la paja, con un sabor seco, una graduación alcohólica de 10,5 grados. Se puede beber agradablemente con pescado o con entremeses ligeros, además de poder servirlo freso, como aperitivo.

Torbato
Vino muy preciado y de origen Catalán, se produce en la zona de Alguer; se produce en una cantidad limitada debido a la delicadeza del viñedo y la producción poco regular. El color es como el de la paja y el sabor es seco, llega a alcanzar una graduación de 11,5 grados. Perfecto para acompañar con el pescado.

Vermentino
Importado de España, ha encontrado su ubicación geográfica ideal en la zona de la Gallura. Existen dos versiones del Vermentino con denominación de origen: el Vermentino de la Gallura, de un color amarillo paja, vino seco, con una graduación entre los 12 y los 14 grados, dependiendo de que sea de la versión normal o superior; el Vermentino de Cerdeña, más ligero que el primero con una tasa de alcohol de 10,5 grados. El Vermentino es un óptimo vino para utilizar acompañando las comidas a base de pescado.

Vernaccia
Típico vino de Oristanese, de origen romano. Vino con denominación de origen de graduación no inferior a los 14 grados, con un envejecimiento de unos dos años para la versión normal, y de tres años para la versión superior. En la versión superior la vernaccia tienen una graduación de por lo menos 15 grados. Se consume ya sea como aperitivo que como vino de postre.

Región vinícola de Piamonte

El Piamonte significa “al pie de las montañas”, es decir, de los Alpes. Éstos rodean la región de modo que desde su corazón, las colinas de Monferrato alrededor de Alba, forman un horizonte blanco en invierno y oscuro en verano. El Piamonte es sin ninguna duda la primera zona vinícola de Italia gracias a dos vinos el Barolo y el Barbaresco pertenecientes a Le Langhe.

El Piamonte posee un clima propio caracterizado por un verano muy caluroso y húmedo, el invierno es frío y largo aunque moderado por la influencia de los ríos lo que provoca nieblas que limitan la visibilidad a poco más de cinco metros.

Aunque es famoso por sus vino tintos el Piamonte tambien produce grandes cantidades de vino blanco de la sepa moscato cuyo maravilloso olor a melocoton y flores de sauco se encuenta en Asti y Moscato d`Asti. Se producen las siguientes categorías de vinos: Barolo, Barbaresco, Barbera d’Alba, Dolcetto d,Alba, Gattinara, y otros. En esta región se utiliza la uva Nebbiolo más que la Sangiovese.

El 80% de los vinos de Piamonte goza, de hecho, de las certificaciones Doc —denominación de origen controlado— y Docg —denominación de origen controlado y garantizado.

En el Piamonte podemos distinguir cuatro zonas: El Valle de Sésia, El Valle de Dora Baltea, Las Colinas de Monferrato y las colinas de Le Langhe.

El Valle de Sésia que antaño fue famosa por zonas como Lessona, Bramaterra, Boca, Fara… hoy solo destaca una de reciente Gattinara.

El Valle de Dora Baltea con algunos de los viñedos más abruptos de Europa, plantados con la variedad Nebbiolo, cuando consiguen madurar produce vinos con delicados perfumes.

Las Colinas de Monferrato producen el Asti Spumante, también conocido como Asti, a base de uva Moscato, uno de los mejores espumosos. También destacan algunos tintos elaborados con Barbera, en algunos casos vinos bastante célebres.

Las colinas de Le Langhe, al sur de Asti y Alba, son más pequeñas que las de Monferrato y de ellas destacan dos zonas, los mejores del Piamonte, el Barolo y el Barbaresco.

Toman sus nombres de sus respectivos pueblos de origen. El resto de zonas ostenta los nombres de sus respectivas cepas. La superficie de Le Langhe cubre unos 2000 km2. El Barolo ocupa 1190 hectáreas y el Barbaresco 490 hectáreas.

Las suaves colinas de la Langhe están formadas por suelos de marga gris y blanca la “terra bianca”, son antiguos sedimentos marinos muy ricos en minerales y oligoelementos, en los que, forjada por el fuego del sol, templada por las aguas de primavera y al amparo de las misteriosas brumas matinales madura lentamente la “nebulosa” variedad “nebbiolo”.

Vinos de Piamonte

Albugnano. Alta Langa. Asti. Barbaresco. Barolo. Brachetto d’Acqui. Barbera d’Alba. Barbera d’Asti. Barbera del Monferrato. Boca. Bramaterra. Canavese. Carema. Cisterna. Colli Tortonesi. Collina Torinese. Colline Novaresi. Hills Saluzzesi. Cortese des Monferrato. Coste della Sesia. Dogliani. Dolcetto d’Acqui. Dolcetto d’Alba. Dolcetto d’Asti. Dolcetto delle Langhe Monregalesi. Dolcetto di Diano d’Alba. Dolcetto di Dogliani. Mehltau Ovada.

Región vinícola de Sicilia

La fama de Sicilia como proveedor de vino se basaba en sus vinos de postre y encabezados siendo el Marcal el mas conocido harta que perdiò popularidad. Fuera de Sicilia los mejores vinos son el tinto Cerasuolo di’VitToria elaborado en base a las uvas Frappato y Calabrese asi como el Corvo del Duca di Salaparuta y el Regaleali.

Sicilia es una isla llena de contrastes y comparte con Puglia el primer puesto en cuanto a superficie cultivada de viñedos y cantidades de uva recolectada, con 150,000 hectáreas que generan una media de nueve a diez millones de hectolitros de vino por año. [Botella de Marsala.]

A diferencia de las otras regiones del sur de Italia, esta isla ha descubierto su potencial para producir auténticos vinos de calidad superior. Las condiciones naturales no podían ser mejores: sol, calor, escasas precipitaciones, suelos pobres para vinos con carácter y unas laderas de montaña que alcanzan los 900 mts. de altura; todas ellas constituyen las condiciones optimas para obtener vinos con marcado carácter, elegantes y aromáticos.

Sicilia debe sus mayores éxitos vitícolas al “Marsala”, un vino de extraordinaria calidad que un joven ingles descubrió por azar. En 1770 llego al puerto de Marshallá John Woodhouse. Allí le sirvieron un vino del lugar que no tenía nada que envidiar al Jerez español, tan apreciado por los británicos o al elaborado en la isla portuguesa de Madeira. Tras una larga preparación y un periodo de tres años de experimentación, Woodhouse envió una remesa a Inglaterra en donde alcanzó un gran éxito.

El Almirante Nelson solicitó en 1800 para su flota 500 barriles anuales de ese vino, a cargo del estado. Para poder atender esa demanda, Woodhouse prestó dinero a los productores de uva para plantar nuevos viñedos y garantizó así un precio bajo a largo plazo; el ejemplo fue seguido por otras personas logrando durante un siglo llevar a remolque a la industria siciliana vitícola.

El lento y dramático declive llegó en el Siglo XX. La catástrofe de la Filoxera, la nueva competencia de vinos que provenían principalmente de la colonia británica de Australia, la espiral de superproducción y el desplome de los precios originaron una disminución de la calidad del Marsala sin que nadie pudiera evitarlo. En poco tiempo, el mercado europeo recibiría solamente las variantes aromáticas de esta bebida.

Los vinos sicilianos se han forjado un hueco entre las denominaciones de origen de los mejores vinos europeos. En este artículo de Maria Gabriella Barbagallo, del Departamento de Cultivos Arbóreos de la Universidad de Palermo podemos hacernos una idea de la importancia que han adquirido los vinos de Sicilia.

Historia de los vinos Sicilianos

Los escritos antiguos y las investigaciones actuales parecen confirmar que el cultivo de la vid y las técnicas de vinificación fueron introducidos en Sicilia por los primeros colonos griegos. Diversos testimonios, tales como Aristóteles, Ipio de Reggio (historiador del siglo V aC), Archestrato de Gela (poeta y gastrónomo del siglo IV aC) y, sobre todo, Diodoro Siculo, demuestran que, en la antigüedad, en la zona de Siracusa se obtenía un vino llamado Pollios, en honor de Pollis de Agro,  mítico tirano, que lo había difundido por Sicilia (VIII-VII aC). Este vino derivaba de la variedad de nombre Byblia, originaria del área oriental del Mediterráneo (concretamente, de los montes Biblini, en Tracia).

De este vino parece original elMoscato de Siracusa, como defiende el historiógrafo y enólogo Saverio Landolina Nava (1743-1814), en referencia a un fragmento de Zenobio del siglo I dC: a partir de ese testimonio podríamos clasificar este vino como el más antiguo de Italia, a pesar de que tal hipótesis ha sido desmentida en un trabajo de Scienza et al. (1999).

Asimismo, los orígenes del vino malvasía de Lipari parecen remontarse a la colonización griega de Sicilia y, por tanto, de las islas Eoleas, según Diodoro. Este vino, complejo y concentrado, era y es conocido como unos de los vinos más aromáticos y antiguos de Sicilia. Su producción en aquella época aumentó constantemente hasta alcanzar probablemente los 10 000 hL anuales.

En la obra La vida errante, el novelista francés Guy de Maupassant (1850-1893) describe así la malvasía de Lipari: «Parece jarabe de azufre, denso, azucarado, dorado y con gusto sulfuroso, características que le hacen parecer el vino del diablo».

Según Stardone y Ateneo, de la época tardorrepublicana del Imperio romano, el vino dulce y ligero Mamertino, producido en el nordeste de Sicilia, era apreciado por muchos, entre ellos Julio César, y exportado a Roma y África. En la Edad media, hacia el 1600, la malvasía de Lipari, por su sabor y aroma dulce, se parangona con los vinos producidos con la variedad moscatel. En 1596, Andrea Bacci lo describe como un vino «sincero» enfrentándolo con el más notorio mamertino.

Sin embargo, Plinio el Viejo se decantaba por un vino dulce producido en las proximidades de la actual Castel di Tusa (antiguamente Halaesa), donde en el siglo II aC se acuñaban monedas de bronce con símbolos alusivos a la viticultura. Escasas son las noticias recogidas hasta nuestros días del vino Inykinos, dulce y buenísimo según Fozio, procedente de la ciudad de Inykos (quizás en el valle de Belice).

Tras la caída del Imperio romano, el cultivo de la vid y la producción de vino se redujeron drásticamente también a causa de las diversas y continuas dominaciones que ha sufrido la isla de Sicilia. A la dominación árabe se debe la introducción del moscatel de Alejandría en la isla de Pantelleria, y aún hoy la cepa mantiene el nombre zibibbo del árabe «Zibib» (cabo Zebib en Túnez). Los árabes permanecieron en tierras sicilianas desde el año 853 al 1123 dC e introdujeron la técnica del cultivo de la vid, pero también la pasificación de la uva, una técnica que se ha mantenido hasta nuestros días. Cupani refiere en 1696 la presencia de la variedad zibibbo en los viñedos sicilianos y, en particular, en Misilmeri, provincia de Palermo, constituyendo el único testimonio creíble de la presencia de esta cepa en Sicilia.

No obstante, a partir del 1400, pero especialmente a finales del 1700, surge en Sicilia una gran industria enológica que produce el famoso, todavía hoy, vino de Marsala.

Fue en 1773, cuando John Woodhouse, comerciante de Liverpool, arribó al puerto de Marsala con su nave Elisabeth, buscando refugio de una tempestad de siroco. Probó junto con su tripulación el vino local, fuerte y robusto, y lo encontró de su gusto.

Woodhouse expidió el vino en 50 barricas (con 412 L en cada una) hacia Inglaterra, pero añadiendo a cada recipiente aguardiente de vino para evitar que se oxidase durante el trayecto por mar. El marsala tuvo un gran éxito; la familia Woodhouse empezó a invertir en Sicilia, comprando viñedos y construyendo grandes instalaciones vitivinícolas capaces de producir vino de Marsala e iniciar un próspero comercio de este caldo hacia Inglaterra, de modo que a finales del siglo XVIII ya se bebía en todas las naves de Su Majestad británica.

Tras los Woodhouse, otros ingleses llegaron a Marsala, el más notable de los cuales fue Benjamin Ingham, un hombre de negocios afincado allí desde 1812; también él fundó una bodega cerca de la de los Woodhouse, convirtiéndose en 1851 en el hombre más rico de Sicilia. En el año 1884, le sucede su sobrino Joseph Whitaker, quien contribuyó a aumentar el comercio vinícola.

En 1832, Vincenzo Florio y su hijo Ignazio, se trasladaron a la isla, para hacer la competencia a estos dos elaboradores británicos, convirtiéndose así en parte activa de la burguesía siciliana. La flota Florio enviaba vino de Marsala a todo el mundo. Finalmente, en 1860, cuando Garibaldi y sus Mil desembarcaron y conquistaron Sicilia, festejaron bebiendo y brindando con vino de Marsala; perdura en la memoria, además, el histórico brindis de Dumas y Garibaldi. Y es que el vino de Marsala se ha convertido en uno de los más famosos de la enología italiana.

Malvasía de las Lipari

El origen del término «malvasía», según cuenta una leyenda cristiana, proviene de la época de la dominación musulmana que relata cómo un campesino que llevaba un ánfora llena de moscatel, fue requerido por un gobernador árabe, que había encontrado en su camino, sobre el contenido de la misma, y al que respondió: «zumo de malvas», suplicando a Dios para que transformara el vino. El campesino fue complacido, puesto que al beber el gobernador mostró una expresión de disgusto.
Para la malvasía de las Lipari se inició en la segunda mitad del setecientos un período de florecientes cambios, por lo que en la primera mitad del ochocientos el cultivo de los viñedos se había extendido por toda la isla de Salina. En esa época, las exportaciones superaron los 3000 hL anuales con mercados de destino por todo el mundo.

Con la llegada de la filoxera, los viñedos de la isla de Salina desaparecieron, lo que determinó la emigración de gran parte de la población isleña.
No fue hasta la segunda mitad del novecientos que, gracias a la histórica Bodega Experimental de Milazzo, a sus directores (F. Paulsen, G. Nicosia e G. Barbara) y a otros emprendedores de la isla se inició la recuperación del vino de malvasía, con la plantación de nuevos viñedos hasta que, en 1958, se reemprendió la elaboración. Finalmente, en 1973, se estableció la denominación de origen (DO) para la malvasía de las Lipari, cuya incipiente producción no ha dejado de aumentar; en el año 2004, se alcanzaron ya los 450 hL para una superficie plantada de 30 hectáreas; actualmente, la cantidad de vino producida se había visto notablemente incrementada debido al aumento de la superficie cultivada y por la presencia de nuevos productores. El vino malvasía de las Lipari constituye una producción nicho realizada gracias al esfuerzo de unos 60 productores, una docena de bodegas y a la labor del Consorcio de Tutela de la DO Malvasía de las Eólicas, que consiste en divulgar las técnicas innovadoras de mejora de la producción de uva y vino, así como una adecuada promoción. La legislación prevé una producción máxima de 90 quintales/ha, en cultivo especializado, a pesar de que casi todos los productores han decidido producir una cantidad menor de uva por hectárea.

La implantación del viñedo, difícil por la morfología del terreno, se realiza en terrazas con los típicos muros de obra seca. La conducción de los viñedos se realiza en espaldera baja y poda guyot; no hay riego, lo que produce estrés hídrico grave en la planta en los meses estivales. Durante la segunda mitad de septiembre o inicios de octubre se vendimia cuando se ha alcanzado la suficiente graduación en azúcar (28-30 °Brix).

El racimo de la malvasía es medianamente compacto; grano esferoidal, película fina, color amarillo dorado y sabor aromático. La aromaticidad es debida a la presencia tanto en la película como en el mosto de los mismos terpenos típicos de los moscateles.

La malvasía de las Lipari, de la que existen tres modalidades, está considerada una de los más antiguos y preciados vinos de Sicilia. Su elabora con un 95 % de variedad de malvasía de las Lipari y un pequeño 5 % de corinto nero. Las tres modalidades son: malvasía de las Lipari (obtenida con uvas frescas, de sabor dulce y aromático con una graduación mínima de 11,5 º); malvasía de las Lipari passito (grado alcohólico del 18 % y un residuo de azúcar no inferior al 6 % con 9 meses de crianza), y malvasía de las Lipari licorosa (grado alcohólico del 20 %, de los cuales al menos 16 desarrollados, y un residuo en azúcar no inferior al 6 %, con 6 meses de crianza). La malvasía es el resultado de un sistema de elaboración que se mantiene prácticamente sin cambios desde hace siglos. El método de producción de la DO Malvasía de las Lipari, en su versión de vino de mesa, sigue el proceso de vinificación en blanco, con una adición variable de azúcar con el fin de garantizar que el producto final sea más dulce.

El método de elaboración de la modalidad passito prevé una vinificación de uvas pasificadas, completamente o en parte, sobre la planta (vendimia tardía), o tras la recogida, mediante una pasificación parcial de 10-15 días, sobre canastos expuestos al sol o en locales idóneos. Para la producción de todas las tipologías de vinos passito y licorosos es fundamental el despalillado, tras el cual las uvas son pisadas suavemente, que comporta, posiblemente, una maceración con los hollejos; el mosto obtenido se somete a fermentación alcohólica parcial, que se para de forma natural cuando alcanza una alta graduación alcohólica. Es entonces cuando el vino se estabiliza y se embotella. Para obtener el vino licoroso se añade, además, alcohol o aguardiente de vino tras lo cual se afina durante 6 meses en botella.

Moscatel de Siracusa

Aunque en el pasado, fue un vino de prestigio, la producción a principios del siglo XX era modesta, incluso habiendo ganado un premio en la Exposición de París de 1900. Desde 1983, en la DO, solamente consta inscrita media hectárea de un único propietario, sin que se haya registrado producción alguna en los últimos 3 años. La zona de producción abarca tan sólo al municipio de Siracusa. La variedad utilizada es el moscatel blanco (denominado localmente moscatel amarillo o moscatello amarillo). El volumen máximo por hectárea es de 75 kg. El vino debe tener una graduación alcohólica mínima de 16,5%, de la cual al menos un 14 % desarrollada y un mínimo a desarrollar del 2,5%. Las características organolépticas son: color amarillo oro viejo con reflejos ámbares; perfume delicado y característico; sabor dulce, aterciopelado y agradable.

Moscatel de Noto

El vino moscatel de Noto nació hace más de medio siglo en la Bodega Experimental de Noto, que puso a punto la técnica de elaboración con el objetivo de ser una alternativa y mejora del antiguo moscatel de Siracusa. En realidad, ya existía un vino dulce a base de moscatel en la zona de Noto. En la 1ª Muestra-Mercado de vinos típicos del año 1933 fue presentado solamente el moscatel de Noto y no el de Siracusa.

Este vino se produce en la parte oriental de Sicilia y precisamente en los municipios de Noto, Rosolini, Pachino y Avola, en la provincia de Siracusa.
Este vino está considerado uno de los «Vinos Fantasma» de Pastena y se elabora con uvas moscatel blanco (denominado localmente moscatel amarillo o moscatella). El moscatello vrancu es descrito por el botánico Francesco Cupani en el siglo XVIII en su obra Panphyton siculum.

El reconocimiento de la DO se establece en 1974 (GU n. 199/74) y el moscatel de Noto, junto con el de Siracusa, entra a formar parte del Consorcio para la Tutela de vinos del Siracusano. En 1993, se produjeron 1100 hL, pero en los años sucesivos, el moscatel de Noto ha registrado una importante disminución de las cantidades obtenidas hasta alcanzar, en el año 2001, su valor mínimo (153 hL).

En 2003 se elaboraron 539 hL y en 2004, 490 hL. Las superficies declaradas van desde las 5 ha del año 2000 hasta las 25 ha en 2002, con oscilaciones entre las 17 ha en 2003 y de 24 ha en 2004.

El volumen máximo obtenido por hectárea es de 125 kg/L, con un aprovechamiento máximo de uva del 65%. La graduación alcohólica mínima para la modalidad natural debe ser del 11,5%, del cual al menos el 8% desarrollado.

Las características organolépticas le otorgan un color del amarillo dorado más o menos intenso al ámbar, un perfume característico y fragante de moscatel, así como un sabor dulce y un aroma floral y vegetal de salvia.

En el tipo vino licoroso, la graduación mínima debe ser de 22º, el afinado (obligatorio) es de 5 meses a partir del alcoholizado. En este tipo, las uvas sobremaduradas se fermentan a 7 u 8º alcohólicos y con 70 o 100 g/L de azúcares residuales, añadiendo alcohol para alcanzar un desarrollo del 16% en volumen. También se elabora la modalidad spumante.

Moscatel y passito de Pantelleria

El cultivo de la vid en Pantelleria ha variado mucho respecto del pasado; la superficie ha pasado desde cerca de las 3085 ha del año 1906 a las 550-600 ha de hoy día. A pesar de ello, la producción en el último decenio ha aumentado desde los 2536 hL de 1990 a los 10 398 hL de 2003. En 2001, los productores inscritos en la DO eran 364.

Actualmente, el viñedo se cultiva en parcelas o terrazas delimitadas por muros de obra seca construidos con piedra volcánica, de gran importancia para poder utilizar las zonas en fuerte pendiente.

La viña se poda en vaso, con 6 u 8 ramas cortas que se desarrollan horizontalmente en torno a la cepa como los brotes; los racimos se encuentran a menudo en contacto con el suelo y, en ocasiones, se ven afectados por Botrytis en añadas particularmente húmedas. El viento, frecuente en la isla de Pantelleria, contribuye a la sanidad del producto, pero también podría determinar fuertes reducciones de la producción de uva. Todavía se pueden encontrar plantas originarias, pero los viñedos fueron casi completamente destruidos tras la introducción de la filoxera en el año 1930. La recuperación llegó con la utilización de los portainjertos 775 P y 1103 P.

La DO fue reconocida en 1971, pero sufrió modificaciones en el año 2001 con el Decreto del 27 de septiembre: la más importante es la de sustituir la vieja DO Moscatel de Pantelleria Natural o Moscatel de Pantelleria y Moscatel Passito de Pantelleria o Passito de Pantelleria por Moscatel de Pantelleria, Passito de Pantelleria y Pantelleria.

En la producción natural del moscatel y el passito de Pantelleria, y con el fin de mantener la calidad, es fundamental la técnica de pasificación de la uva zibbibo o moscatel de Alejandría.

La variedad zibbibo tiene un racimo disperso con granos muy grandes de color amarillo dorado, pulpa jugosa de sabor aromático, que madura entre el 10 de agosto y el 20 de septiembre en relación con el destino de la uva de las áreas de procedencia (también hay 20-30 días de diferencia entre la zona sur, la norte y el interior de la isla). Es más óptima como uva de mesa que en vinificación. Los racimos que llegan tras la primera recolección para la pasificación se dividen en partes más pequeñas y se extienden al sol (a mediados de agosto) sobre esterillas, gradillas o tendederos de red elevados del suelo y, de noche, se cubren con polietileno, en zonas refugiadas por muros.

Actualmente se prefieren unos túneles con estructura metálica y polietileno transparente, que se puedan abrir por los lados para hacer circular el aire. Cada cuatro días los racimos son revueltos para garantizar una más rápida y homogénea pasificación, que se prolonga durante dos semanas, alcanzando en primer lugar la denominada fase «Passolata» en la que adquieren el color dorado; a las cuatro semanas, llegan a la fase «Malaga», en la cual el volumen en peso se ha reducido en un 25-30% respecto al peso del racimo en el momento de recolectarlo.

La pasificación de las uvas también puede producirse, en parte, sobre la planta. Las uvas ya pasificadas se van retirando para dejar espacio libre a otras uvas frescas. Los granos son retirados a mano para eliminar los restos que podrían transferir gustos desagradables durante la fermentación. La vendimia, que se realiza manualmente, prosigue con la recogida de uvas destinadas a la vinificación.

Tras la fase de pisado-desrapado se efectúan una serie de operaciones que llevan a la obtención del mosto limpio que es conducido a otra tina en la que continúa la fermentación mediante el añadido de uva pasa (50-55 kg por 100 kg de mosto fresco). La fermentación del mosto se prolonga desde unas pocas semanas hasta 2 meses y se realiza con los hollejos que aportan aroma, taninos y color. Al final del proceso, el vino se clarifica y estabiliza, y envejece en barricas de roble durante un mínimo de 6 meses y un máximo de 2-3 años, período en el cual se produce un cambio de color, del amarillo dorado a un ámbar más o menos cargado.

Tras el embotellado, el vino passito se conserva un año en botella. Para producir un litro de passito se requieren al menos 4 kg de uva, de los cuales 2 kg sirven para producir uva pasa.

El passito y el moscato son vinos amables;   por su aspecto denso y licoroso, por su color ámbar ligeramente intenso, por su perfume almizclado y por el gusto característico de la zibibbo pasa, son vinos excelentes para postre. Se trata de un vino muy renombrado por su alta calidad, que se presenta en diversas modalidades; entre ellas, cabe citar el Moscato de Pantelleria (grado alcohólico total mínimo: 15%, del cual al menos el 11% desarrollado); Passito de Pantelleria (grado alcohólico total mínimo: 20%, del cual al menos el 14% desarrollado; además, este vino no puede ser comercializado hasta el 1 de julio del año siguiente a la vendimia); Pantelleria Moscato licoroso, (grado alcohólico total mínimo: 21%, del cual al menos el 15% desarrollado); Pantelleria Moscato dorato, (grado alcohólico total mínimo: 21,5%, del cual al menos el 15,5% desarrollado); Pantelleria Passito licoroso, (título alcoholmétrico volumétrico total mínimo: 22%, del cual al menos el 15% desarrollado; esta modalidad no puede ser comercializada antes del 1 de febrero del año siguiente a la vendimia), y Pantelleria Zibibbo dolce (grado alcohólico total mínimo: 10%, del cual hay que desarrollar no menos de un tercio de los azúcares reductores totales; presión y CO2: hasta 1,7 bar).

Vino de Marsala

El Marsala es un vino con DO, producido en la provincia de Trapani, a excepción del municipio de Alcamo y de las islas menores (Pantelleria y Egadi).
El Consorcio Voluntario para la Tutela del Vino de Marsala nace en 1963 gracias a emprendedores previsores que tuvieron como objetivo la mejora del vino de Marsala y conseguir la DO en 1969. Una ley específica (la n. 851 del 28/11/1984 Nuova disciplina del vino Marsala) delimita la zona en la cual se puede producir marsala, envejecido y embotellado. En la actualidad, el vino de Marsala se encuentra entre los productos típicos tutelados desde la Unión Europea. Con el Decreto del 13 febrero de 2003 el Ministerio de Políticas Agrícolas y Forestales aprueba el nuevo Estatuto del Consorcio, ejerciendo funciones de tutela, valorización y garantías del desarrollo de la DO Marsala.

En los últimos años, la producción del vino base para el marsala ha oscilado entre los 80 000 y los 110 000 hL. La producción de vino marsala con DO ha pasado de cerca de 40 000 hL a 80 000 hL. Cerca del 30% del vino de la DO Marsala se destina a los mercados exteriores (Estados Unidos, Alemania, Francia, Japón y países escandinavos).

La legislación sobre producción clasifica el marsala sobre la base de tres elementos: color, contenido de azúcar, duración del envejecimiento y consiguiente grado alcohólico. De la combinación de estos factores nacen las diversas modalidades de marsala, y en su ámbito, es, además, importante precisar la diferencia entre el marsala virgen y los marsalas considerados «licorosos», es decir, el superior y el fino. Esta diferenciación se debe al proceso elaborador: a esos marsalas licorosos se les añade alcohol, mosto cocido (para caracterizar aromas y color) y mistela (mosto de uva tardía, cuya fermentación ha sido bloquedada añadiendo alcohol para integrar la cantidad de azúcares y aromas «terciarios» necesarios).

El vino de marsala virgen o soleras proviene de uvas blancas, con el único añadido de alcohol y/o aguardiente de vino. Se obtiene partiendo de una vinificación en blanco a la que siguen técnicas enológicas que pretenden favorecer los procesos de oxidación. Tras esta fase, el vino se somete a la adición, según las bodegas, de una mezcla a base de alcohol y/o aguardiente de vino. Esta denominación puede ser utilizada tan sólo para los vinos sometidos a envejecimiento (método soleras) durante al menos 5 años en madera (10 para el virgen reserva o extraviejo) y con un grado alcohólico no inferior al 18%.

Los marsalas licorosos se diversifican según numerosos parámetros. En relación con el color, cuya tonalidad e intensidad está determinada, además de por las uvas, por la cantidad de mosto cocido empleado, se obtienen vinos de color: oro (sin mosto cocido añadido); ámbar (con añadido de mosto cocido no inferior al 1%); rubí (sin añadido de mosto cocido, más bien obtenidos de uvas tintas y, eventualmente, blancas con un límite máximo del 30%). Otro criterio de clasificación es el sabor, determinado por la cantidad de azúcares presentes, que es la base de la distinción entre marsalas: seco, con azúcares inferiores a 40 g/L; semiseco, con azúcares superiores a 40 g/L, pero inferiores a 100 g/L; dulce, con azúcares superiores a 100 g/L. Finalmente, en relación con la duración del envejecimiento, el marsala se llamará: fino, con una afinamiento no inferior a un año, cuyos primeros 4 meses no necesariamente serán en madera, y alcohol superior al 17%; superior, con un período de afinamiento en madera no inferior a 2 años y un grado alcohólico superior al 18%; superior reserva, con período de afinamiento en madera no inferior a 4 años.

Las variedades blancas autorizadas por la legislación son: grillo, catarratto, insolia y damaschino, mientras que las tintas son: pignatello, nero d’Avola y nerello mascalese, que pueden añadirse hasta en un máximo del 30% a las blancas mencionadas.
Los sistemas de poda típicos para la producción del marsala son la espaldera baja y el vaso. La primera, generalmente, está constituida por postes de cemento o palos de hierro cincado con uno o dos hilos además del portante, con vegetación libre.

La poda es típicamente guyot. El marco de plantación son, normalmente, 2,5 m x 1,5 m. La segunda, el vaso, es la típica para la producción del marsala, pero las superficies están disminuyendo dejando paso a la contraespaldera. El vaso marsalés está formado por 3 o 4 brazos, en una de las cuales se deja un pulgar con yemas. Los viñedos se pueden irrigar. La recogida en las zonas costeras se inicia en los primeros 10 días de septiembre y se alarga durante todo el mes. La cantidad máxima de uva admitida para la producción del vino de Marsala no debe superar los 100 quintales/ha para las cepas de uva blanca y los 90 quintales/ha para las de tinta.

Los vinos dulces sicilianos constituyen cerca de un 64% del total de vinos con DO obtenidos en Sicilia, pero teniendo en cuenta que estos últimos representan tan sólo el 3% de la producción vinícola siciliana (datos de 2003), esta tipología de vinos es considerada un producto nicho, pero de gran valor histórico, cultural y económico.

Región vinícola de Toscana

La uva principal de la Toscana es la San Giovese. El 72 % de la region es vino tinto.
En 1974 el Tignanello y Sassicaia fueron los primeros vinos llamados “supertoscanos”. El Tignanello procede de la zona de Chanti clasico y casi todo esta hecho de la variedad San Giovese. El Sassicaia es una mezca de Cavernesia Vignon y Sauvignon Blanc.

Región de Toscana, en la cual se producen las siguientes categorías de vinos: Chianti, Chianti Classico, Brunello di Montalsino, Rosso di Montalsino, Vino Nobile di Montepulciano, y los famosos “supertoscanos”. Estos “supertoscanos” son vinos producidos en la zona de Chianti pero no pueden llamarse Chianti porque su mezcla de uvas (generalmente Sangiovese y Cabernet Sauvignon) no se ajusta a los requisitos de la entidad italiana que clasifica los vinos por categoría. Suelen ser vinos muy fuertes, de alto costo, que requieren decantación por varias horas antes de consumirlos. Algunos de ellos se consideran los mejores vinos de Italia. Nombres de supertoscanos como: Sassicala, Solaia, Le Pergole Torte, Pecarlo, y Rentennano, entre otros.

Según los últimos datos estadísticos son 53.000 las empresas toscanas que se ocupan del cultivo de la vid, 64.000 las hectáreas de terreno destinadas a viñedo, y más de dos millones los hectólitros de vino que se producen cada año de media. Dentro del sector tienen un fuerte peso los vinos con Denominación de Origen (en Toscana existen 35 vinos D.O.C y 5 D.O.C.G), producidos por más de 11.000 empresas. Por último decir que las exportaciones superan los 470 millones de euros anuales, lo que representa el 17 por ciento de la exportación nacional: el vino toscano toca los cinco continentes, desde los países de la Unión Europea hasta Estados Unidos y Japón.

El vino, es una expresión verdaderamente auténtica de lo que es Toscana, una región fuertemente arraigada en su identidad y en su tradición, pero preparada para renovarse aceptando los retos de la innovación.

Vinos de la región de Siena.

Bianco Vergine Della Valchiana
Este vino es producido en la zona de Valdichiana de uvas Trebiano, Canaiolo bianco y Malvasia del Chianti. Es un vino que no debería ser envejecido por mucho tiempo. Cuando alcanza el 12%de graduación alcohólica se sirve como aperitivo. Es un vino excelente para acompañar las entradas frias, primeros platos con salsas ligeras, sopas,puré de verduras, es ideal también con platos de pescado frito o guisado, crema de queso, y platos con huevos.

Brunello Di Montalcino

Este extraordinario vino proviene de las zonas más soleadas de Montalcino se obtiene utilizando exclusivamente uva Sangiovese a las cuáles le dieron el nombre de Montalcino por el color rojo oscuro. Es un vino puede soportar hasta 50 años de envejecimiento. Es perfecto para acompañar platos de carne asada y salvajinas.

Chianti Classico

Chianti clásico es producido sobre las montañas entre Florencia y Siena por uvas Sangiovese,Canaiolo,Trebiano,Malvasía blanca, se añaden otras uvas como: Mammolo, Colorino y uva pasa, cuando llega a una graduación alcohólica superior a 12% y es envejecido por dos años se considera Chianti vecchio. Se convierte en reserva cuando es envejecido por lo menos tres años en barricas de encina. El Chianti clásico novello se presta para acompañar todos los platos de la cocina toscana. Cuando es más envejecido es más adapto para acompañar platos de carne roja o blanca, pero es el ideal para degustar con la carne asada. Se combina gustosamente con quesos añejados y de sabores fuertes.

Chianti Colli Senesi

Este vino es producido en Siena fuera del área de producción del Chianti Clásico. Tiene una graduación alcohólica menor del Clásico y generalmente no es muy envejecido, es perfecto con platos hechos en casa y es el ideal con i crostini alla senese, la ribollita, le pappardelle col sugo di coniglio con gli spiedini de lomo y con el pecorino de Asciano.

Vernaccia

La Vernaccia blanca es un vino producido en la zona de San Gimignano de uvas Vernaccia de San Gimignano. Este es uno de los pocos vinos blancos resistentes al envejecimiento, este proceso no debe superar los 5 años este vino es aconsejable solo si es de una óptima cosecha. Es perfecto para acompañar entrada frias, primer plato con salsas ligeras y platos de pescados hechos especialmente en horno. Cuando es añejo es el ideal para acompañar moluscos. También se presta para acompañar platos de carne blanca, en particular si es cocida en salsas ligeras o cremas de queso.

Vino Nobile Di Montepulciano

Este vino se produce en la zona de Montepulciano con uvas “Purgnolo gentile”este es el nombre que toman las uvas Sangiovesse rojas en esta área de uvas Canaiolo,Chianti Malvasia y Trebiano Toscano. Regularmente en envejecido por lo menos dos años, pero puede ser añejado por más tiempo. Es un vino excelente para los asados, pero se acompaña bien con carne blanca,salvajinas, gallinas y el faisán.

Creado recientemente, el cual no debe ser envejecido, tiene caracteristicas particulares debido a las uvas utilizadas para producirlo que unidas a las uvas de Trebiano Toscano lo hacen un vino perfecto para acompañar platos de pescados. Es un vino que aconsejamos si desean gustar un vino de sabor fresco.

Moscatello O Moscadello Di Montalcino

La pronunciación correcta es Moscadello no Moscatello que es el nombre de las uvas para producirlo. Se convirtió en un vino raro porque muchas viñas del Moscadello fueron sostituidas por las más difundidas de Brunello. La rareza de este vino no es la pobreza de las viñas sino también la gran atención y las técnicas de producción que lo hacen un producto dificil de encontrarlo. Es un vino ligero para gustar con los amigos, ideales con dulces hechos en casa.

Passito Del Santo

Este vino es producido por la uva pasa de la zona de Sinalunga (una antigua fortaleza con la avanzada senese) precisamente en La Pieve es un vino ideal para postres regularmente servido de dulces tortas hechas con pasta de alméndras, más a menudo servido con Ricciarelli y Cavallucio. Debe ser servido a una temperatura entre los 12 y 14 grados C.

Región vinícola de Veneto

La region de Veneto comprende desde el norte una zona montañosa constituida por la parte oriental de los Dolomiti, seguida de una zona de colinas que descienden hacia una Pianura Padana hasta llegar al oro de las playas y el azul del mar.

Aunque los mejores vinos tintos de Italia se encuentran en la Toscana y Piamonte, los nombres de vino como Vallpolichella y Soavae son famosos en todo el mundo y provienen de Veneto .Para estos vinos se usan las variedades de uva Corvina Molinara y Lordinella.
Se producen las siguientes categorías de vinos: Soave, Valpolicella, Amarone, Bardoli Lugana, y otros.

Según las estimaciones de las últimas vendimias, Véneto es la primera región italiana por cantidad de vino producido: un océano de vinos blancos y tintos que testimonia hasta qué punto la cultura de la vid en esta zona ha estado orientada hacia la producción de grandes cantidades de uvas, a través de una rendimiento sumamente elevado.En estos últimos años -al igual que en otras regiones- la estrategia productiva se ha orientado hacia la reducción de los volúmenes y el aumento de la calidad: esto ha permitido a algunos vinos vénetos alcanzar renombre mundial.

Las uvas tradicionales son la Corvina veronesa, la Rondinella, la Molinara, y la Raboso. Una variedad muy utilizada es la Garganega, a la cual se añaden frecuentemente el Trebbiano de Soave, que es una cepa local, y el Toscano. Entre las otras cepas encontramos el Tocai, el Cortese, la Malvasia toscana, el Verduzzo (tanto el local, como el de Treviso y de Friuli). Pequeños porcentajes de otras variedades se utilizan para la obtener diferencias. También se cultivan cepas importadas, como el Chardonnay, el Merlot, el Cabernet (Franc y Sauvignon), el Pinot y el Riesling. El Merlot, muy difundido en la zona de Burdeos, fue la primera cepa francesa que se implantó en gran escala en nuestro país. Numerosos productores se dedicaron a explotar sus grandes potencialidades, elaborándolo en estado puro o junto a su compañero de siempre, el Cabernet.

Carducci, gran estimador del vino veronés, agradecía a los vinos de estas zonas los “fervorosos entusiasmos al corazón” y las “nuevas imágenes de la fantasía” que ofrecían. Y no sólo Verona: también Padua es un área muy conocida. El territorio de los “Colli Euganei” es una zona de gran belleza; aquí se alternan colinas cubiertas de vides y villas señoriales, y no es difícil intuir las potencialidades de esta tierra. En Véneto hay también un grupo de vinos de una sola cepa y raros vinos generosos de pasas: el espléndido vino espumoso, que ha conquistado una parte importante del mercado de los espumantes italianos. Este éxito se debe, esencialmente, a sus agradables características: el perfume levemente aromático, a veces almendrado, y su sabor no excesivamente seco. Es perfecto como aperitivo y para acompañar todo tipo de platos. La uva Prosecco es originaria de Venecia Julia, pero está muy difundida en el Véneto, especialmente en las zonas de colinas de la provincia de Treviso, donde esta cepa es muy vigorosa y productiva. El Prosecco puede ser un vino “tranquilo”, pero las versiones más apreciadas son las efervescentes y espumantes, con matices exóticos y envolventes. Los vinos tintos vénetos -de sabor aterciopelado y armonioso- son ideales para acompañar platos sabrosos, como la tradicional “pastissada de caval” (pastel de caballo). Los vinos blancos -bien estructurados y de sabor afrutado- se combinan muy bien con entremeses ligeros, pescado de lago y arroz.

 

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